Rubén Ortega Montes
27 de julio de 2022.- Con esta frase, por desgracia se retrata de cuerpo entero y se establece el contexto en el que se ejerce la procuración de justicia en Jalisco.
El actuar del fiscal Luis Joaquín Méndez va en contra de las propias víctimas, ya sea de homicidios o como en el caso actual de Luz Raquel Padilla.
La muerte de Luz es un feminicidio en donde queda claro que el funcionario va en contra de la lealtad, la objetividad, el profesionalismo y la ética que todo funcionario le debe a la sociedad y en donde queda de manifiesto que, poco importa el violentar el artículo 2 del Código Nacional de Procedimientos Penales, al incorporar datos para crear la “duda razonable”.
Con ello, el fiscal se convierte en abogado del diablo y decide hacer más labor de defensa del presunto victimario que el trabajo objetivo e imparcial de un fiscal.
Luis Joaquín Méndez violenta la teoría de la fruta del árbol envenenado haciendo ilícitas las que pudieron haber sido pruebas en la etapa de juicio oral, al exponerlas como supuestas evidencias –en otra de la mujer fallecida- sin que hubieran pasado por laboratorios, y sin que se hubieran emitido peritajes forenses correspondientes.
El fiscal decide tomar en consideración avances parciales y sesgados sustentados en simples indicios. Con ello el servidor público pervierte y violenta el respeto al debido proceso que debe ser observado por todos, máxime cuando se trata del responsable de la Fiscalía General del Estados de Jalisco, en contrasentido el fiscal parece más preocupado en darle ventaja a la defensa.
Es momento de exigir que se nombre una fiscalía especial con el personal adecuado como agentes del ministerio público asistentes y policías investigadores independientes y autónomos de cualquiera de los poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial para que lleve a cabo esta investigación.
En necesario pensar en la necesidad de traer a los peritos del caso del asesinado de Debanhi registrado en Monterrey, ante la similitud de actuación y en donde las autoridades decían que está joven se había ahogado en una cisterna cuando ahora se comprueba que antes de que su cuerpo llegara a la cisterna, ella había sido asfixiada.
Casos tan parecidos sugieren una actuación sistemática de dos gobiernos emanados de un mismo partido (MC). En ambas entidades (Nuevo León y Jalisco) se comparte el mismo esquema y hay las coincidencias grandes, el manejo de la comunicación corren bajo la misma firma de La Covacha.
La segunda estrategia es la manera en que, desde las redes sociales, esa firma se convierte en defensores de la institución y finalmente se busca eximir de la responsabilidad de investigar a la autoridad y de la obligación de llevar a prisión a los delincuentes, por ello existe en Jalisco el 99 por ciento de impunidad en homicidios.