Sábado 24 de junio de 2023.- El líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien amenazó este viernes con un levantamiento militar contra el gobierno de Rusia, luego de supuestamente haber tomado Rostov y avanzar hacia Moscú, anuncia que detiene su camino y se traslada a Bielorrusia.
De acuerdo a información de la BBC, Prigozhin informó en un mensaje en Telegram que las caravanas que avanzaron este sábado hacia Moscú darían la vuelta y regresarían a sus bases para evitar “un baño de sangre en ambos bandos”.
El gobierno bieolorruso emitió un comunicado que decía que “Prigozhin aceptó la propuesta de Lukashenko de frenar el movimiento de Wagner en territorio ruso y otras medidas para desescalar la tensión”.
“Fue posible encontrar una alternativa aceptable de desescalar [la situación] con garantías de seguridad para los combatientes de Wagner PMC”.
Información de El País señala por su parte, que al final de un día frenético (sábado), el Kremlin anunció que pensaba retirar todos los cargos contra Prigozhin y los hombres que formaron parte de la asonada. Y que el líder de Wagner, cuyo paradero dijo desconocer el portavoz de Putin, podría refugiarse en Bielorrusia.
Durante las horas previas de tensión, el presidente Vladímir Putin había descalificado el alzamiento de Prigozhin, al señalar que fue “traición a la patria” y habló de que “todos los que prepararon la rebelión sufrirán un castigo inevitable”. “Las fuerzas armadas y otras agencias gubernamentales han recibido las órdenes necesarias”.
Yevgueni Prigozhin había jurado “llegar hasta el final” y que sus fuerzas iban a “destruir todo lo que se ponga” en su camino para deponer al mando militar ruso, al que acusó de bombardear sus bases, según la DW.
Antes de echar para atrás su plan, Prigozhin había respondido a Putin que sus combatientes no eran traidores y no se entregarían porque “no queremos que el país siga viviendo en la corrupción, el engaño y la burocracia”.
Según El País, la rebelión de Prigozhin contra el ejército, que fue el primer intento de golpe de Estado en tres décadas en Rusia, dejará a Vladímir Putin y su régimen debilitados en mitad de su contienda en Ucrania y de la contraofensiva de las tropas de Kiev.