Guadalajara, Jalisco.-Minutos después del asesinato de Sergio Rivas Mejía, comandante de la policía de Guadalajara, y uno de sus escoltas─ocurrido en el fraccionamiento Urbi Quinta, en Tonalá─, un hombre arribó impactos de bala en la espalda a la Cruz Verde Planetario.
Al darse parte a las autoridades, elementos de la Fiscalía del Estado se trasladaron hasta el lugar y entre las pertenencias del lesionado aseguraron un cargador para fusil de asalto, por lo que comenzaron la investigación para determinar si es uno de los que cometieron la agresión en contra de los policías.
El sujeto quedó en calidad de detenido para deslindar su participación en el hecho. También se aseguró el vehículo en el que llegó al lugar.
Ayer, alrededor de las 11:300 horas, Rivas Mejía y dos de sus escoltas transitaban por el citado municipio cuando fueron atacados a balazos por civiles armados que se desplazaban en tres camionetas. Además de la muerte del mando tapatío y su escolta, el otro uniformado resultó con lesiones de bala, por lo que fue trasladado a un hospital.
El hecho, ocurrido sobre la calle Río Calderón, dejó alrededor de 100 casquillos percutidos de calibres .223 y 7.62 para AR15 y AK47, conocido como “cuerno de chivo”.
Elementos de seguridad de Guadalajara, Tonalá y de la Fiscalía montaron un operativo para dar con los causantes, aunque sólo se ha logrado la detención del sujeto referido. Además, se localizó una camioneta Mitsubishi en color blanco, abandonada en el cruce de Ave del Paraíso y Tucán, en la colonia Pinar de Las Palomas. El vehículo presentaba impactos de bala y un rastro de sangre, por lo que se cree que pudo estar involucrada en el atentado.