Efraín Huerta
Josefina Reyes Quintanar
Un mexicano del siglo XX imprescindible para todo aquel que gusta de la poesía. Desde sus primeros textos se caracterizó por la intensidad, la radicalidad, como una actitud ante la vida. Es en uno de sus Poemínimos donde plasmó su nombradía:
Nació
En Silao.
1914.
Autor
De versos
De contenido
Social.»
Embustero
Larousse.
Yo sólo
Escribo
Versos
De contenido
Sexual.
Su origen fue Silao, Guanajuato en 1914. Aunque estudió leyes en la ciudad de México, abandonó la carrera de abogado para dedicarse al periodismo y la literatura, colaborando en diversos periódicos. Fue en 1938 que se une al equipo de la revista literaria “Taller”, la cual vio nacer a una generación de escritores, entre ellos: Octavio Paz, Rafael Solana y Alberto Quintero Álvarez. El primer libro de poesía de Efraín data de 1935, Absoluto amor. Huerta fue miembro del partido comunista mexicano, lo que llevó su poesía a temas políticos como Estrella en alto. En los años 60´s ya tenía su primer compendio de poemas (1935-1968). Y a mediados de los años 70´s publica Los eróticos y otros poemas. Obtuvo diversos premios, el Xavier Villaurrutia (1975), el Premio Nacional de Literatura (1976) y el premio Nacional de Periodismo (1978). La vida de Efraín Huerta se apagó el 20 de febrero de 1982.
Se considera la obra central de Huerta Los Hombres del Alba, aquel donde concentra a la ciudad moderna en que se convirtió la capital de nuestro país en el año 1944; en este libro se consolida su escritura y se proyecta la experiencia poética de grandes temas como el amor, la solidaridad, la injusticia del capitalismo que empieza a surgir. Según lo describió su colega y amigo Rafael Solana “es un libro sombrío y conmovedor, un libro del alba y de la noche en su terrible conjunción, un libro de angustia y de ternura desesperada”. Es el libro del Huerta más personal, emocionado ante la poesía hace una descripción muy exacta del acontecer cotidiano de la ciudad de México. Entre el contenido se encuentran los poemas “Declaración de odio” (Amplia y dolorosa ciudad donde caben los perros, la miseria y los homosexuales, las prostitutas y la famosa melancolía de los poetas, los rezos y las oraciones de los cristianos…), “La poesía enemiga”, “Muchacha ebria”, “Problemas del alma”, entre otros.
Existió un mural pintado por Diego Rivera llamado Pesadilla de guerra, sueño de paz, un mural desmontable pintado en 1952, del cual se desconoce su paradero desde entonces. La obra fue exhibida en el palacio de Bellas Artes, pero retirada por las mismas autoridades por su contenido político ya que enaltecía a Stalin. Se cree que terminó en China, Moscú o algún país del bloque socialista de ese entonces. En dicho mural, figuran personajes como Frida Kahlo, Mao Zedong, José Stalin y sí, ahí está Efraín Huerta, como uno más de los que recogen firmas para la paz.
Huerta vivió del periodismo toda su vida, disciplinado y serio en su oficio, su vida estuvo marcada por la prensa. Se conserva aún en la Casa del poeta su máquina de escribir.
Derivado de su experiencia periodística, fue que conoció profundamente la ciudad de México, todos sus rincones, sus horarios y matices. De ahí surgen sus poemas “Declaración de odio” y “Declaración de amor”, fue un mexicano amante de su país, sintiendo cólera y ternura a la vez, tristeza y enojo contra el poder, pero compasión y nobleza por sus compatriotas; fueron sus sentires ante su andar por la vida. Influenciado por la lucha contra el fascismo en la Guerra Civil Española, la poesía de Pablo Neruda, su vivencia en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas fueron parte sustancial en sus letras.
Retomemos la poesía de Efraín Huerta con el fin de ampliar nuestros horizontes literarios, la suya es una obra reflexiva y crítica a la idiosincrasia mexicana, y es un referente obligado para entender nuestro país en décadas anteriores. Cierro con otro de sus Poemínimos, con el que Huerta se describe con la ironía que lo caracteriza:
Primero
Que nada:
Me complace
Enormísimamente
Ser
Un buen
Poeta
De segunda
Del
Tercer
Mundo.
