El agrio rencor entre Alfaro y AMLO

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Puntos y Contrapuntos

Criterios

El virus de la discordia, de los resentimientos, de los reproches y de los futuros enconos, fue inoculado desde la campaña electoral del 2012. Quedó desde entonces vivo el amargo sabor de la derrota y la agria certeza de la presunta traición.

Seis años después se manifestó brutalmente la crisis en un choque inevitable, al establecerse nuevas alianzas políticas que propiciaron la ruptura.

Si esta guerra mediática, de ánimos exacerbados y sin reposo se prolongara durante los próximos tres o seis años, no habría final feliz y alguien tendría que pagar las consecuencias. Quizá desde ahora podría estarse labrando la lápida que cubriría los restos de un ambicioso proyecto político regional que aspira a convertirse en fuerza nacional.

Para evitar el naufragio tendrían que mediar los buenos oficiosde algún eficaz suturador de heridas, para que cierren y para que sanen, antes de que los males del alma pudran los tejidos sanos en forma profunda e irremediable.

Se requiere también de los buenos oficios de alguno o algunos restauradores de confianza entre ambos personajes que, aunque reiteran que no están determinados por los resentimientos y los rencores, uno de ellos recicla casi cotidianamente las diferencias y los agravios en la esfera pública, mientras que el otro evade el choque frontal dando un paso al costado.

La distancia entre ellos no es sólo por la presumible forma como ven al mundo, que uno pretende transformar y el otro refundar, conceptos que definen sus afanes de trascender en la historia.

Uno nació el 13 de noviembre de 1953 y actualmente tiene 65 años de edad. El otro vino al mundo el 20 de junio de 1973 y tiene 45 años de edad. Esos veinte años marcan una gran diferencia, aunque ambos se hayan formado en las entrañas del mismo Partido Revolucionario Institucional.

Los dos sólo escuchan y atienden observaciones de muy pocas personas. Son huraños, desconfiados, taimados, copias de la misma fotografía, una analógica y otra digital, pero igual de competitivos en los espacios mediáticos.

Las diferencias vivenciales entre uno y otro, y las de sus respectivos equipos, podrían determinar la supremacía de alguno de ellos en el terreno de las disputas políticas.

Los veinte años que los distancian biológicamente representan en el mundo real de la política una enorme distancia, en ocasiones insalvable, y una amplia ventaja para quien ya tiene a cuestas tres campañas presidenciales y ha lidiado con sus propios demonios y los ajenos, para llegar a la más alta cumbre de la responsabilidad y el poder en México.

 

LA RUPTURA

Hay hechos que ilustran las presumibles causas de la ruptura entre Enrique Alfaro Ramírez y Andrés Manuel López Obrador. Una importante ha sido la alianza de Movimiento Ciudadano con el PAN, soterrada en el 2012 y muy abierta en el 2018.

Polvos de aquellos lodos agitó el miércoles 1 de octubre del 2014 el panista Fernando Antonio Guzmán Pérez Peláez –candidato albiazul a gobernador en los comicios del 2012–, al presentar su libro Diálogos con mi conciencia, en el que calificó de “traidor” a su excompañero panista Diego Monraz Villaseñor.

Afirmaba que había sido traicionado y su campaña dinamitada por algunos panistas, a quienes mencionaba por sus nombres y apellidos.

La lista la encabezaba el exgobernador panista Emilio González Márquez (2007-2013), e incluía a algunos de sus colaboradores más cercanos como Herbert Taylor Arthur, excoordinador de Innovación y Desarrollo; Antonio Gloria Morales, exsecretario de Educación Pública; Eduardo Mar de la Paz, exsecretario particular del Mandatario; Álvaro García Chávez, exsecretario de Desarrollo Rural; Miguel Ángel García Santana, exsecretario de Desarrollo Humano, así como Monraz Villaseñor, exsecretario de Vialidad.

Guzmán Pérez Peláez relataba una situación del 2012 que, a su juicio, describía la traición de Monraz Villaseñor, ya por entonces presumiblemente aliado de Enrique Alfaro.

Advertía: “El colmo fue cuando me llegó un correo electrónico en el que una persona que trabajaba en una imprenta y era panista, se sorprendió e indignó cuando el propio Diego Monraz llegó a pedir la impresión de 60,000 calcomanías bajo el lema: ‘Vota diferente, Josefina Presidente, Alfaro Gobernador’. No podía creer semejante traición y descaro” (Pág. 192).

Monraz Villaseñor llegó al gabinete del panista González Márquez cuando relevó en la Secretaría de Vialidad a José Manuel Verdín Díaz el viernes 5 de marzo del 2010. José Manuel quedó incapacitado luego de padecer un derrame cerebral el viernes 11 de diciembre del 2009. Diego dejó la Secretaría de Movilidad el lunes 16 de abril del 2012 para asumir sus tareas como coordinador de la campaña presidencial de la panista Josefina Vázquez Mota en Jalisco.

En esos comicios del domingo 1 de julio del 2012 la candidata presidencial del PAN, Josefina Eugenia Vázquez Mota, logró un millón 98 mil 252 sufragios, el 32.21 por ciento de la votación total que los aspirantes presidenciales obtuvieron en Jalisco, que ascendió a 3 millones 408 mil 710 sufragios.

López Obrador, aspirante respaldado por la coalición “Movimiento Progresista”, integrada por PRD, PT y Movimiento Ciudadano, sumó 769 mil 771 votos, el 22.58 por ciento del total, en tanto que la coalición “Compromiso por México”, de PRI-Partido Verde, alcanzó 1 millón 362 mil 790 sufragios, para el 39.97 por ciento.

Hubo notables diferencias con los resultados de la elección degobernador: Enrique Alfaro Ramírez, que localmente jugó sólo por Movimiento Ciudadano, alcanzó 1 millón 162 mil 592 votos, el 34.30 por ciento; el PAN, con Fernando Antonio Guzmán Pérez Peláez se quedó con 672 mil 904 sufragios, el 19.85 por ciento y el priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz sumó 1 millón 309 mil votos, para el 38.63 por ciento.

Tres años después, cuando Alfaro Ramírez ganó la alcaldía de Guadalajara como candidato de Movimiento Ciudadano y tomó posesión el jueves 1 de octubre del 2015, Monraz Villaseñor fue nombrado titular de la Coordinación de Servicios Municipales en el Ayuntamiento tapatío. Al llegar Enrique Alfaro a la gubernatura a partir del jueves 6 de diciembre del 2018, Monraz Villaseñor fue integrado al gabinete estatal como secretario de Transporte.

El lunes 5 de noviembre del 2018, el exgobernador de Jalisco (2001-2007) Francisco Javier Ramírez Acuña afirmó que el exmandatario panista (2007-2013) Emilio González Márquez nunca podría quitarse el estigma de que traicionó al PAN para impulsar a Movimiento Ciudadano y a Enrique Alfaro, y lo hizo responsable de las crisis que ocasionaron la debacle del blanquiazul en Jalisco.

“Emilio nunca podrá quitarse de su chaleco el que traicionó a Acción Nacional siendo gobernador de Jalisco, que en su momento él dio instrucciones para que la gente votara por Enrique Alfaro, siendo candidato de Movimiento Ciudadano, eso nunca se lo va a poder quitar Emilio, y los panistas lo saben porque además recibieron esas instrucciones en su momento”, declaró a la reportera de Notisistema Claudia Manuela Pérez.

 

RASPADOS

Durante las pasadas campañas electorales, el choque más duro y frontal entre ellos ocurrió 31 días antes de los comicios del domingo 1 de julio del 2018, cuando ganaron Andrés Manuel López Obrador la presidencia de la República, y Enrique Alfaro Ramírez la gubernatura de Jalisco, respectivamente.

El miércoles 30 de mayo del 2018 ambos difundieron videos en redes sociales donde se confrontaron y fijaron sus posiciones políticas.

“Yo no tengo ninguna confianza en Enrique Alfaro”, dijo el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, en una grabación hecha en Ixtepec, Oaxaca, que publicó en redes su candidato a la gubernatura de Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, reseñó ese día el periódico El Financiero.

En un mensaje de cinco minutos López Obrador calificó a Alfaro Ramírez de “farsante” y “amigo de Carlos Salinas”. Pidió voto parejo, para que Morena ganara inclusive la gubernatura de Jalisco.

“Alfaro nos traicionó cuando yo lo invité a participar en el movimiento y dijo que no le interesaba, que él no coincidía conmigo, Alfaro les entra a las negociaciones, le entró a lo de los moches, esto del reparto de dinero a los diputados federales para que ese dinero se transfiriera en los municipios donde gobernaba el partido Movimiento Ciudadano, inclusive en Guadalajara recibieron dinero de moches”, afirmó AMLO.

Ese mismo día respondió Alfaro Ramírez, con otro video en redes sociales: “Primero lamento mucho la manera en que Andrés se dirige a nosotros, ya no digo nada de las ofensas que dice de un servidor, lo que me parece más preocupante es el tono con el que quiere venir a dictarle cátedra a los jaliscienses de lo que tienen que hacer”.

Enrique afirmó que él tenía ganada la elección desde hace varios años y que sabría trabajar “con quien sea presidente de México, pero lo vamos a hacer defendiendo los principios de respeto por nuestro estado”.

La relación entre ambos ya era muy mala, pues en visita previa a Jalisco, el domingo 8 de abril del 2018, luego de pedir el voto por el candidato de Morena, Carlos Lomelí Bolaños, sin llamarlo por su nombre López Obrador se refirió a Alfaro Ramírez: “No quiero tener que entenderme, toco madera, con otros. No les tengo confianza. Es un traidorzuelo. Ahí les dejo de tarea, no les va a costar mucho trabajo investigar, pero eso es más de lo mismo. No se dejen engañar, eso es gatopardismo”.

En las pasadas elecciones del domingo 1 de julio del 2018Enrique Alfaro, candidato de Movimiento Ciudadano, ganó la gubernatura con un millón 353 mil 755 votos, el 39.01 por ciento del total captado en las urnas. Carlos Lomelí Bolaños, de la coalición Morena-Encuentro Social-Partido del Trabajo, sumó 857 mil 71 votos, para el 24.70 por ciento.

En la contienda federal por la presidencia de la República, Alfaro Ramírez respaldó a la coalición electoral de PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, que postuló al panista Ricardo Anaya Cortés, quien en Jalisco alcanzó un millón 179 mil 300 votos, para el 33.69 por ciento. El triunfador en la entidad fue López Obrador, respaldado por Morena-PT-PES, con un millón 461 mil 348 votos, para el 41.75 por ciento.

En Jalisco López Obrador sumó 107 mil 593 votos más que Enrique Alfaro. Lo superó por 2.74 por ciento. En la elección de gobernador se emitieron en Jalisco 3 millones 469 mil 546 sufragios; en tanto que en la elección de presidente de la República se captaron 3 millones 499 mil 823 votos en la entidad.

 

DESAFÍOS

El 30 de julio del 2018, ya como gobernador electo de Jalisco y luego de fracasar en su afán de conseguir una entrevista personal con el futuro mandatario del país, Alfaro Ramírez abrió fuego en su disputa con el presidente electo de la República, López Obrador, a través de una larga serie de 25 mensajes en la red social Twitter, publicados a las 21 horas con 11 minutos.

Veamos un primer bloque: “Mi postura es clara: mi relación con el Gobierno de la República será directa con el presidente y con sus secretarios de estado, no habrá en Jalisco autoridades intermedias simplemente porque eso vulnera principios constitucionales básicos y lastima el espíritu del pacto federal (…) No existe en nuestro marco legal ninguna figura que funja como vínculo entre entidades federativas y el ejecutivo federal, los delegados federales nunca han tenido facultades de decisión ni autonomía técnica”.

Segundo bloque: “Incluso hay que entender que dotar a las delegaciones o cualquier otra figura de carácter administrativo de facultades de control, fiscalización del ingreso y gasto público federal, sería una violación flagrante al orden constitucional (…) El Pacto Federal que da vida a nuestro país debe ser cuidado y respetado por todos los mexicanos, principalmente por quienes conformamos el poder público”.

Tercer bloque: “El próximo presidente de la república encontrará en el próximo gobernador de Jalisco un aliado en la lucha contra el régimen de corrupción que hasta hoy domina la vida pública e institucional de nuestro país, esa también ha sido nuestra lucha de origen (…) Le reitero a Andrés Manuel López Obrador mi absoluto respeto a su proyecto de nación porque desde ahí tendrá que cumplir el encargo que le dieron los mexicanos”.

Cuarto bloque: “Como lo dije en campaña: con el próximo Presidente de México tendremos coordinación y voluntad para construir acuerdos; subordinación y sometimiento al margen de nuestras leyes, jamás (…) Quienes están esperando un escenario de confrontación política se van a quedar esperando, Jalisco tendrá un gobierno cuya misión será trabajar para beneficio de sus habitantes, que sabrá dialogar y coordinarse de manera directa y efectiva con el Gobierno de la República”.

Meses después, cobijado por un séquito integrado por alcaldes de distintos partidos, empresarios, organismos ciudadanos, dirigentes sindicales y rectores de universidades, así como por diputados locales y federales, desde la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en Guadalajara, el gobernador electo de Jalisco, Enrique Alfaro, exigió al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tomar en cuenta las propuestas de Jalisco en el Presupuesto 2019, respetar la soberanía del estado y castigar a los delincuentes, según nota publicada el jueves 22 de noviembre del 2018 en el periódico El Informador.

Criticó el Plan Nacional de Seguridad y el nombramiento de los superdelegados estatales, que coordinarían todos los programas sociales de la federación en las entidades.

Reprochó Alfaro Ramírez al futuro presidente de la Repúblicaque hubiese ignorado al próximo gobierno de Jalisco en la discusión del presupuesto 2019 y que, aprovechando su mayoría legislativa, Morena pretendiera modificar “las reglas para centralizar aún más la operación del conocido Ramo 23 (fondos especiales adicionales para estados y municipios) sin incluir hasta ahora ninguna de las propuestas que nuestros municipios han hecho para atender las necesidades de su gente”.

Finalmente, se pronunció en contra del perdón y olvido a los criminales: “Este es un estado en donde los ciudadanos tienen sed de justicia, en donde sabemos el costo que tiene la impunidad (…) En Jalisco vamos a castigar a los corruptos con o sin el aval del gobierno federal”.

El jueves 6 de diciembre del 2018, ante el pleno del Congreso de Jalisco, Enrique Alfaro rindió protesta como gobernador de la entidad y destacó que a pesar de las diferencias de ideales con el presidente Andrés Manuel López Obrador, no eran enemigos sino aliados “para desmantelar al viejo sistema político”, reseñó el periódico El Occidental de Guadalajara.

El gobernador de Jalisco expresó su rechazo a la iniciativa de presupuesto federal, en donde no se contemplaban proyectos estratégicos para Jalisco, como el saneamiento del Río Santiago y la realización de una nueva línea del Tren Ligero en el municipio de Tlajomulco, bastión del emecista, publicó el miércoles 18 de diciembre del 2018 el periódico Reporte Índigo.

En rueda de prensa, Alfaro Ramírez anunció que con o sin apoyo federal iba a realizar la línea 4 del tren eléctrico: “La línea cuatro del Tren Eléctrico en Tlajomulco se va a hacer, de alguna forma lo voy a hacer. No voy a terminar mi gobierno sin hacer una obra por la que luchamos tanto; con la federación, sin la federación o a pesar de la federación, se va a hacer la línea cuatro. Yo espero que con el presidente, insisto, porque creo que es un hombre de palabra”.

 

JALONEO

El martes 22 de enero del 2019 el Gobernador Enrique Alfaro acusó al gobierno federal de incumplir el envío de combustible prometido, por lo que el 85 por ciento de las gasolineras estarían sin funcionar, desabastecidas, publicó el periódico Mural al día siguiente. Aseguró el mandatario jalisciense que el ducto Salamanca-Guadalajara seguía cerrado y que sólo llegaron 22 mil barriles, no los 45 mil que prometieron.

“El Gobierno federal no termina de dimensionar el problema y no termina de tener un diagnóstico claro (…) PEMEX sigue sin dar la cara, no hay una sola aparición de PEMEX en Jalisco para explicar lo que está pasando”, reprochó Alfaro Ramírez.

“El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como ramplonas, no serias y publicitarias las declaraciones del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, en torno al desabasto de combustible en aquella entidad, y descalificó el argumento de comparar la situación con el estado de Puebla que no ha tenido falta de gasolina, a pesar de ser una de las entidades con mayor índice de robo de hidrocarburos”, publicó el miércoles 23 de enero del 2019 el periódico El Universal, cuando habían transcurrido 20 de los 24 días que duró el fuerte desabastecimiento de combustibles en Jalisco.

En conferencia de prensa, López Obrador bromeó al decir “zafo, no voy a caer en provocaciones”.

Más allá de lo anecdótico, ese ha sido el tono de la confrontación entre el gobernador de Jalisco y el presidente de la República. La prudencia, la madurez y la búsqueda de un diálogo inteligente y sereno han estado ausentes entre dos generaciones de políticos con enorme fuerza mediática.

Hasta ahora, en redes y en medios convencionales ha sido más fuerte el eco de la voz de López Obrador, quien sigue teniendo un respaldo popular muy sólido. Alfaro no ha logrado llevarlo a su terreno, pues entre ellos hay un teléfono descompuesto, cuando ya han pasado dos meses desde que ambos llegaron al poder, lo que ha sido muy desgastante para el gobernador de Jalisco.

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