CONTRAGOLPE
Por Raúl de la Cruz
El viernes 29 de noviembre, el Canelo se presentó en la Mañanera del Pueblo, organizada por el gobierno de la Cuarta Transformación, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y me dio mucho gusto. ¿Por qué? Porque el peleador tapatío es una persona ampliamente conocida por los mexicanos, lo que naturalmente le traerá simpatías a nuestra presidenta y a sus proyectos.
No informaron en qué tipo de proyectos estará involucrado, pero seguramente colaborará en programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro” y en la organización de magnos eventos de boxeo que la presidenta pretende realizar en todos los estados de México.
La presidenta habló del Canelo y lo calificó como una gran persona que suele ser benefactor de varias causas en favor de los niños. Tiene razón Claudia Sheinbaum. Aunque siempre he defendido que la beneficencia debe ser anónima, porque si lo haces para lucirte, no vale. Lógicamente, la presidenta no lo conoce a profundidad y se basa en lo que el deportista le ha platicado.
Lo que sí me causó hilaridad fue la presencia del oportunista, y muchas veces denunciado como corrupto, Mauricio Sulaimán, quien no desaprovechó la oportunidad para hablar del Canelo con algunas mentiras. Por supuesto, afirmó que era una buena persona. Obvio, recibe bastantes dólares por cada función donde se presenta Saúl.
Mencionó que “el Canelo es conocido por el mundo”. ¡Mentira! En bastantes países ni siquiera saben quién es. Lo conocen en aquellos lugares donde ese deporte genera recursos económicos, pero, por ejemplo, en un sondeo realizado en España, de diez españoles, sólo uno lo conocía, y era de ascendencia latina.
Lo que me parece de gran relevancia es que el Canelo sea una figura representativa para promocionar los programas sociales dirigidos a los jóvenes, con el propósito de alejarlos de la delincuencia y las drogas. Espero que sea auténtico y demuestre su sentido patriótico en favor de la juventud mexicana.
Por otro lado, los vecinos de la colonia donde vivo, la Echeverría, realizaron un merecido homenaje a mi amigo Joel “Tiburón” Sánchez, quien salió de ahí para triunfar con las Chivas y con la Selección Nacional. Fue un evento emotivo por su autenticidad. Lo acompañaron su familia y sus queridos compadres, Gustavo “Gusano” Nápoles y Camilo “Chavalón” Romero, exjugadores del Guadalajara.
Efectivamente, Joel ha sido profeta en su tierra porque nunca ha olvidado sus orígenes. Es un ser humano sumamente sencillo, formado en el barrio. Me lo imagino caminando por la popular calle 22 de la Echeverría Hills, como le dicen popularmente, y deteniéndose en las Carnitas “Alfredo” o en los tacos de barbacoa de “Benny”.
Es una lástima que nunca haya tenido la oportunidad de dirigir a sus queridas Chivas, debido a los intereses que rodean a ese equipo plagado de vivales promotores. Por cierto, recientemente contrataron a un técnico español.
Enhorabuena para Joel, su familia y los organizadores del homenaje.