Martes 17 de enero de 2023.- Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, lanzó un pedido de auxilio al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para que intervenga y lo regresen a una cárcel de México, porque no se llevó un debido proceso en su extradición, además de que acusa violaciones a sus derechos humanos, donde en seis años “no ha visto el sol”.
Una petición a la que de manera rápida al final de la mañanera el presidente sólo respondió que: “No he visto (la petición), pero vamos a ver”.
Además de que asegura que se violaron sus derechos humanos, “El Chapo” Guzmán dice que sufre de segregación y daño psicológico en la cárcel de Colorado, Estados Unidos, donde se encuentra recluido purgando cadena perpetua por delitos de narcotráfico.
La petición la lanzó a través de su abogado José Refugio Rodríguez, quien ofreció hoy una entrevista al periodista Ciro Gómez Leyva en su programa radiofónico “Por la mañana”: “Me pide apoyo dirigido a López Obrador por la violación de derechos humanos por el gobierno por el arreglo que existió entre el gobierno de Peña Nieto y el de estados Unidos, en el que no tuvo audiencia”.
Joaquín Guzmán también solicitó que se proceda contra el expresidente, Enrique Peña Nieto, a quien señala de haber cometido irregularidades en su extradición, proceso que asegura su defensor, se hubiera evitado, pero se llevó a cabo con un manejo político.
“Lo que le pide específicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador es que ponga atención en esa conducta de violación de derechos en la que incurrió el gobierno de Peña Nieto, y en específico Videgaray, al entregarlo con flagrante violación a su garantía de audiencia para que fuera juzgado en Nueva York sin haberse defendido en México. Que busque repararlo”.
El abogado, aseguró que “El Chapo” Guzmán vive discriminado y con pocas visitas. “La situación de él se traduce en una tortura psicológica porque se encuentra segregado en su celda”.
“En los 6 años que Joaquín se encuentra en los Estados Unidos, no ha visto el sol. De marzo a la fecha le han autorizado seis o siete llamadas con su abogada, sus niñas, su hermana y madre. Ha recibido solo tres visitas, ha recibido solo tres cartas y él solo ha mandado una; a los demás presos les dan cinco o seis visitas al mes, él solo ha tenido cinco o seis desde que se encuentra detenido en Estados Unidos”.
“De abril a la fecha lo han sacado a un corralito que mide dos metros de ancho por dos y medio de largo, una vez por semana, pero no le pega el sol. La comida es de pésima calidad, nunca ha tenido visita de derechos humanos, no hay salud, estuvo enfermo de unas muelas y en lugar de curarlas se las sacaron para que no estuviera molestando. No le permiten comunicarse en español con otra persona, los guardias tienen prohibido hablarle en español”.
Así es la vida de quien fuera el narcotraficante más importante de México, según su defensa.