Las patrullas aúllan con todas sus fuerzas en Zapopan. Un grito de dolor sale de lo más profundo de una institución y recorre las calles. Ha caído Carlos Manuel Flores Amezcua, uno de los principales de la Comisaría. Los suyos –debastados- lo despiden la tarde del martes 14 de noviembre. La clase política vive metida en la borrachera de los destapes. Ahí nadie pide un minuto de silencio. Nadie responde a las grandes dudas: ¿Carlos tenía amenazas? ¿Andaba sin escoltas? ¿Quién lo citó donde lo esperaban 2 hombres y 2 mujeres asesinas? ¿Quién difundió -con toda prisa- el video de ese homicidio?