El espiral de la violencia en Jalisco

De manera concatenada, están entrelazados diversos actos y hechos delictivos que hacen de Jalisco una de las entidades más peligrosas, no sólo de México, si no del mundo.

Los homicidios en Jalisco ya no respetan posición social o política; anteriormente los exgobernadores gozaban de una tradicional impunidad de por vida, pero ya se rompió esta regla con el asesinato directo en contra del exgobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Por cierto, ese delito pasó a la categoría de la impunidad, como sucede con la gran mayoría de los ciudadanos.

Los desaparecidos, así se les llama, —que en realidad en la gran mayoría de los casos son historias de terror, pues son personas levantadas, torturadas, descuartizadas y que regularmente su destino es terminar en una fosa clandestina—, también se han diversificado en el estado.

El primer antecedente que se mediatizó (y fue un gran escándalo)bes la fosa localizada en Ocotlán, con un aproximado de 75 cadáveres. Esto en el año 2014. De ahí a la fecha las cosas han cambiado drásticamente.

Se fueron encontrando fosas en municipios de la zona necropolitana, comenzando con Tlajomulco, seguido por Tlaquepaque y Tonalá, hasta llegar a Guadalajara. Lo que tenemos ya en Jalisco es una gran necrópolis.

Inicialmente, las fosas clandestinas eran encontradas (no por investigaciones de las autoridades, sino los hallazgos que eran casuales, ya que los olores fétidos se aproximaban a colonias cercanas a las mismas y los vecinos daban parte a las autoridades, enjambres de moscas inusuales eran vistos por vecinos, víctimas que alcanzaban a huir mutilados de alguna extremidad de su cuerpo y daban parte a las autoridades o bien en ocasiones perros se disputaban cráneos de personas en lotes baldíos, que finalmente sacaban de la clandestinidad.

La ramificación de las fosas (no es limitativa) la podemos clasificar al menos en: 1. Fosas clandestinas tradicionales (en espacios abiertos y alejados de la población). 2. Fosas acuáticas (ubicadas en presas, lagos y ríos de aguas negras). 3. Panteones clandestinos (utilizando las casas de seguridad, mismas que he llamado casas multipropósito, en donde retienen a las personas que levantan, torturan, descuartizan, matan y finalmente “siembran” a sus víctimas en los patios traseros. 4. Y hasta al pie de carretera suelen dejar decenas de cadáveres como lo fue en el municipio de Tala entre otros, dejando un claro mensaje a los destinatarios.

Todo tiene un común denominador: la impunidad. No obstante que vivimos en el estado más violento e inseguro de México y muy probablemente del orbe entero (aproximadamente levantan en promedio a 20 personas diarias en Jalisco), prácticamente no hay sanciones por la comisión de este delito. En promedio solo hay un sentenciado por cada mil 229 víctimas de desaparición (ya sea forzada o a manos de particulares).

La impunidad es casi total. De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, a la fecha suman alrededor de 13 mil personas desaparecidas en Jalisco, es decir, sólo 10 personas han ido a prisión. Resulta importante destacar que el gran total de los desaparecidos data del año 1964 a la fecha, pero, tan solo del año 2016 al día de hoy, según un informe detallado elaborado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco,  más de 7 mil desaparecidos ocuparon este estatus en este breve lapso de tiempo en nuestra entidad.

Aunado a lo anterior, Jalisco es el estado con el mayor número de cuerpos encontrados en fosas clandestinas con 433 cuerpos, es decir, el 42.96 por ciento del total nacional.

De la mano, Jalisco también es la entidad con el mayor número de desaparecidos, al menos al rededor de 13 mil. Guadalajara está rondando las 3 mil personas con este estatus, Zapopan, con 2 mil, Tlajomulco con mil 200, Tonalá con 600, El Salto también con 600, Puerto Vallarta 500, Lagos de Moreno 400 y Tepatitlán 300.

La realidad es que prácticamente no hay sanciones en Jalisco, la impunidad es el monstruo que alimenta a quienes practican esta actividad. El nivel de impunidad en Jalisco es de 96.2 por ciento. Pero en cuanto al delito de desaparecidos es superior.

De acuerdo con el artículo 2 de la Convención contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas, se trata del arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado, o de personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.