El feminismo de Rosario Castellanos
Josefina Reyes Quintanar
El pasado 7 de agosto se cumplieron 50 años del fallecimiento de una de las grandes figuras de la literatura mexicana del siglo XX. Rosario Alicia Castellanos Figueroa fue escritora, periodista y diplomática, considerada también una de las pioneras del feminismo mexicano. Murió como embajadora en Israel, en la ciudad de Tel Aviv a los 49 años, al salir de bañarse quiso contestar el teléfono y una lámpara le provocó una descarga eléctrica.
Siendo egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, esta casa de estudios conmemoró la fecha con la presentación del libro Mujer de Palabras. Artículos rescatados de Rosario Castellanos. En esta obra se rescata su faceta periodística, la cual por mucho tiempo se subestimó considerándola un arte menor; pero es en dicha faceta donde la autora sobresale como precursora de los movimientos feministas en México, su culto a la verdad, a la objetividad, al amor por la libertad y a su sentido de justicia. Cuenta con cerca de 400 artículos periodísticos contenidos en dos volúmenes; el primero abarca desde 1947 hasta la masacre de Tlatelolco en 1968, donde destaca lo ocurrido el 2 de octubre. En ese tiempo Rosario escribía en una columna semanal de Excelsior. En el segundo volumen se encuentran textos de 1969 hasta su muerte en 1974.
Su obra es un referente para las literaturas que exploran los terrenos del feminismo. Para Rosario, las mujeres en México son presas de una triple alienación social: de clase, sexual y racial (No olvidemos que desde muy pequeña vivió en Comitán Chiapas, lo cual influyó en su narrativa tratando temas como la opresión, la segregación racial y la lucha entre los blancos y los indios, como ella la llamaba). En su contexto y en su época, lo que ella escribía era revolucionario y puede leerse aún su problemática en nuestro siglo XXI. Nos muestra a mujeres que no siguen las reglas de la época. Mujer que sabe latín de 1973 es una recopilación de ensayos que examinan la condición de la mujer en la sociedad mexicana, criticando las estructuras patriarcales y abogando por la igualdad de género.
Un 15 de febrero de 1971, celebrando el Día Nacional de la Mujer (en esos tiempos el PRI promulgó el día) Rosario Castellanos dio un discurso titulado La abnegación: una virtud loca frente al entonces presidente Luis Echeverría, su esposa María Esther Zuno y un numeroso grupo de mujeres destacadas y funcionarios de gobierno. Castellanos cuestiona esta supuesta virtud y la nombra como la más celebrada de la mujer mexicana, pero al calificarla de “loca” reflexiona sobre cómo enfrentarla. En su discurso propone conceptos como “equidad” lo cual es totalmente innovador y pide a las mujeres se responsabilicen de sus vidas. Angustia pensar que mucho de lo que ella analizó y manifestó, persista actualmente en el actuar y pensar de muchos en la sociedad. Ha pasado medio siglo y todavía encontramos la vigencia de la crítica de Rosario Castellanos.