Más que un juego
Criterios
Una vez que pasó la euforia por el día internacional de la mujer, conviene no olvidar que la lucha debe darse día a día, pues es realidad compleja para las jovencitas que practican fútbol en nuestro país.
Justo en la semana de la conmemoración por el arranque de la lucha de los derechos de las mujeres, la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, visitó nuestro país, resaltando el trabajo de la liga femenil a dos años de su creación, pese a que hay voces de los dueños del fútbol que apelan a la desaparición de la misma porque cuesta mucho y no deja casi nada.
Es la constante del fútbol mexicano: el negocio por encima de lo deportivo. En el proyecto global de la FIFA, mismo que contempla 60 millones de jugadoras para 2026, México está incluido, pero las injusticias a las jugadoras, las diferencias en las condiciones del ejercicio profesional de su actividad con respecto a los varones siguen prevaleciendo y deben atacarse de fondo.
Los clubes Tigres y Rayados, ambos de Monterrey, son los que más alta influencia han tenido en la afición y sector empresarial de su región para que el fútbol femenil, lejos de ser un gasto, pueda convertirse en un fenómeno social; algo que, por ejemplo, aunque las Chivas desde su estructura de club buscan, no han logrado entre su afición.