Guadalajara, Jalisco.- De acuerdo con el testimonio de un policía investigador ─quien permanece en el anonimato por motivos de seguridad─, el pasado jueves, mandos de la Fiscalía del Estado de Jalisco ordenaron la presencia de al menos 40 elementos en Casa Jalisco, residencia oficial del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, previniéndose ante la posible llegada de manifestantes que llevaba a cabo actos de protesta en el Centro de Guadalajara.
Los funcionarios públicos, quienes fueron presuntamente dirigidos por Jaime Navarro, director general de Seguimiento a Procesos, y Luis Joaquín Méndez Ruíz, fiscal ejecutivo de Investigación Criminal, fueron colocados alrededor del helipuerto del inmueble, cuya entrada principal se ubica sobre la avenida Manuel Acuña 2624, en Circunvalación Vallarta.
“Se hizo de nuestro conocimiento que todo personal operativo nos presentáramos en el pase de lista de manera urgente aproximadamente a las 18:00 horas”, refirió la citada fuente.
Mientras esto ocurría, frente al Palacio de Gobierno, en la zona Centro de Guadalajara, un grupo de casi 500 manifestantes prendía fuego a dos patrullas de la Policía Estatal, en reclamo por el homicidio de Giovanni López, perpetrado por policías municipales en Ixtlahuacán de los Membrillos.
Previamente, se pidió a los policías que no llevaran consigo armamento y que, en cambio, buscaran “palos y tubos”.
“Se nos comentó que asistiríamos a las instalaciones de Casa Jalisco sin armamento, y que buscáramos palos y tubos…. ya que la manifestación podía llegar a ese punto, por lo tanto todo el personal operativo nos dirigimos a las instalaciones de Casa Jaliscom en donde se encuentra el helipuerto”, abundó.
Una vez en el sitio, el persona operativo de la Fiscalía estatal recibió la siguiente indicación: “que si iba a llegar ahí la manifestación, íbamos a repeler con lo que trajéramos… tubos y palos. Pasó aproximadamente una hora y se nos pidió que guardáramos silencio, ya que el gobernador en compañía del fiscal daría una rueda de prensa y se escuchaban nuestros radio y nuestras voces, por lo que decidimos bajar la voz y apagar nuestros radios”.
Finalmente, ese día sólo apareció Alfaro Ramírez ante las cámaras: lo hizo solo, en un video pregrabado, y tras casi cinco horas de silencio.
No obstante, la manifestación de la zona Centro no se trasladó a Casa Jalisco y tras diversos enfrentamientos fue sofocada con golpes y gas lacrimógeno por parte de las autoridades. El saldo de la gresca fue de 27 detenidos (todos ya en libertad), siete policías lesionados y dos patrullas calcinadas.
“A qué voy con todo esto, que la población y a la comunidad estudiantil no se dejen llevar por lo que dice nuestro gobernador, él, ese día nos llevó para desarticularlos y no hicieran algo en Casa Jalisco, nosotros no nos mandamos solos y esas órdenes fueron dadas por nuestro gobernador y fiscal (Gerardo Octavio Solís Gómez). Al finalizar, nuestro fiscal ejecutivo dio unas palabras agradeciendo y que no bajáramos la guardia, que al día siguiente se presentaría otra manifestación y que guardáramos tubos y palos”, apuntó la fuente.
También defendió al comandante Salvador Perea, quien se encuentra detenido por presuntamente haber reprimido a manifestantes en la segunda jornada de protestas en la sede principal de la Fiscalía, en calle 14, Colón Industrial. Precisamente, durante estos sucesos, que condujeron a detenciones arbitrarias y agresiones, se utilizaron tubos y palos.
A decir de Solís Gómez, Perea actúo por su cuenta, mientras Alfaro Ramírez argumentó que podría haber seguido órdenes de “una fuente externa”, presumiblemente el crimen organizado.
“Es injusto que un comandante, como lo es Perea, pague las consecuencias, cuando solo se acataron órdenes”, concluyó.
Del testimonio anterior dan cuenta dos fotografías en posesión de este medio.
Policía Ministerial podría estar al mando del crimen organizado: Alfaro