El método filosófico marxista

El Método Filosófico Marxista.

Alfonszo Rubio Delgado

Encontrar un método filosófico en la realdad, es complicado. Mucho más si a quien se lo solicitas no lo tiene. Aunque aparenta otra cosa. Luego, si los amigos de esa persona lo auxilian, es un poco menos. También si, en su afán de justificar esa falta, hacen ver al otro como deficiente. Y por hacer apología de un actor social, se atribuyen todas las bondades.

Llámese método, teoría sociológica, histórica, política, económica etcétera. Justificando su falta de método dirá que la razón por la que utiliza el de otra persona radica en que, aquel lo manejó de forma equivocada. Luego, éste lo pone sobre sus pies. “El otro lo usaba de cabeza”. ¡Pero si el otro es el original! ¿Cómo está eso?

Ciertamente es una paradoja. Se da en función de arrebatarle la razón al otro, solo por aparentar más contundencia. Manejando rimbombancias como “comunismo y socialismo cientificos”, utilizando a la ciencia como árbitro y juez de veracidad, lo cierto es que esos remaches no sirvieron para justificar su parafernalia.

Refiriéndome en concreto a la relación de Marx y Engels con Hegel, ellos utilizaron un mismo método, el dialéctico. El problema, que se presenta para ambos, es que dicho método, tiene deficiencias. Para empezar aquel consiste en tres postulados. 1° Negación de la negación 2° transformación de la calidad en cantidad y 3° La lucha de los contrarios. Aunque hay quienes le agregan un cuarto, el progreso en saltos.

La parafernalia citada consiste en la forma desgarrada de Marx, cuando defiende al proletario del burgués, mostrando en sus escritos una dinámica injusta en la que el plus producto es utilizado por el burgués, para acumular capital. Cosa que con el tiempo, abre una brecha ventajosa entre unos y otros. Cierto.

Mientras que en el otro escenario, Hegel presentaba a estos dos actores como quienes luchaban por la libertad, en el que el amo siempre gana, en razón de ser el que arriesga. Aunque, nunca explica el porqué de dicha aseveración. Si se supone que en una contienda, ambos contendientes arriesgan.

Luego, el que uno y otro señalen a su preferido en el conflicto, no le hace más veraz en términos reales.

En la teoría dialéctica por ambos aceptada, Hegel, Marx y Engels, hay deficiencias. Éstas no fueron aclaradas mucho menos detectadas. Cuando les cuestionaban respecto de un conflicto surgido de la teoría, acudían a justificantes. Por ejemplo,  en teoría tenemos dos elementos contrarios, amo y esclavo o burgués y proletario. ¿como es que existe el gobierno? A lo que aquellos responden que “es un instrumento de la burguesía que sirve para someter al proletariado”.

Pero ¿Y en la familia, la madre? Porque la dupla es padre e hijo. Pues entrará como padre. Ridículo, pero de esa forma se justificaba. Lo cierto es que al existir una deficiencia en la teoría, cualesquier justificación es válida. Siempre y cuando, venga del “genio” que concibió aquella “gran verdad”.

La dinámica social entre los actores sociales no tiene una tendencia al comunismo, como nos lo han hecho creer. De científico no tiene gran cosa. Tampoco de filosófico. La relación obrero patronal, es muy añeja. Es el motor de la historia ciertamente. Pero no tiende a lo que nos dijeron sino a una perfección de esa dinámica. La acumulación del capital se ve vulnerada en los periodos revolucionarios. Mismos que permiten a la humanidad pasar a otra etapa evolutiva.

Esta mejora a la anterior. La dinámica social se da entre un elemento agente (patrón) uno paciente (trabajador) y otro equilibrante (gobierno). Cuando se rompe la armonía, viene la revolución. Todavía vivimos en las etapas salvajes de nuestro desarrollo. Quizás en el futuro podamos ponernos de acuerdo sin descuidar elementos, ésos que nos hacen mantener el equilibrio en todos los sentidos. Sin desviarnos, como humanidad, hacia deficiencias morales, físicas o geográficas que nos lleven a la extinción.

¡Saludos amig@s!