La desgraciada e infeliz herencia política que dejará el Gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, jefe de facto del PRI durante los más recientes seis años, está sobradamente ilustrada en la precaria presencia que tendrá su partido en la próxima legislatura de Jalisco para el periodo 2018-2021.

Nunca, en sus 89 años como partido político, desde sus orígenes en 1929 cuando surgió a la vida pública como Partido Nacional Revolucionario, el PRI había estado en una situación tan frágil como la que vivirá los siguientes tres años de la Legislatura que iniciará funciones en el Congreso de Jalisco el próximo jueves primero de noviembre.

Ni en sus peores momentos, cuando perdió la Gubernatura en febrero del 2012 y llegó al máximo cargo del estado el panista Alberto Cárdenas Jiménez, el PRI había experimentado tal debacle: sólo cuatro diputaciones, todas ellas de representación proporcional, que se reducirán a tres cuando el ex dirigente estatal del tricolor y exsecretario del Trabajo en el actual gobierno priista, Héctor Pizano Ramos, cumpla formalmente y en los hechos prácticos su migración a las filas de Movimiento Ciudadano, salida que anunció el pasado domingo 7 de octubre.

El PRI tiene todavía la muy ligera esperanza de recuperar una diputación más, también plurinominal, pues está por resolverse el recurso legal que el tricolor promovió ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el que pretende una  curul de representación proporcional para Manuel Alfaro Lozano, exsecretario privado del Gobernador Sandoval Díaz, quien reclama una posición que le fue acreditada por la Sala Regional Guadalajara, del mismo tribunal federal, al panista José Hernán Cortés Berumen.

Hasta el pasado miércoles 17 de octubre, el más reciente comunicado oficial del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco le atribuía 14 diputaciones locales a Movimiento Ciudadano, 9 al Partido Acción Nacional, 7 a Morena, 4 al PRI, 2 al PRD y una más, respectivamente, tanto al Partido Verde como al Partido del Trabajo.

Tres de las posiciones priistas son de Representación Proporcional y una es de segundo lugar, también denominada “de repechaje”, y corresponde al único distrito, de los 20 de la entidad, donde el tricolor fue competitivo.

El único distrito electoral donde el PRI fue segundo lugar en Jalisco fue el Distrito 18 de Autlán y por esa vía llegará al Congreso José de Jesús Zúñiga Mendoza. Los otros tres legisladores plurinominales del PRI son Mariana Fernández Ramírez, Héctor Pizano Ramos (que se irá a las filas de MC) y Sofía Berenice García Mosqueda.

Años pesados

En los comicios del 12 de febrero de 1995, cuando el PAN ganó la Gubernatura, el PRI obtuvo tres diputaciones de Mayoría relativa y 8 de representación proporcional (11 en total), para mantenerse como segunda fuerza en el Congreso local -Legislatura 54, de marzo de 1995 a enero de 1998-, frente a 24 legisladores del PAN, de un total de 38 presuntos representantes populares.

En la Legislatura 55 se recuperó el tricolor y sumó 17 diputaciones locales (11 de Mayoría y 6 de Representación Proporcional), frente a 20 del PAN, en un Congreso de Jalisco que funcionó con 40 presuntos representantes populares, del 1 de febrero de 1998 al 31 de enero del 2001.

En el sexenio del gobernador panista Francisco Javier Ramírez Acuña no le fue tan mal al PRI, pues en la Legislatura 56 de febrero del 2001 a enero del 2004 tuvo 16 diputados locales (6 de mayoría y 10 de Representación Proporcional) en tanto que en la Legislatura 57, de febrero del 2004 a marzo del 2007 tuvo 18 diputados (13 de mayoría y 5 plurinominales).

En el primer trienio del panista Emilio González Márquez, 2007-2010, el PRI tuvo 13 diputados locales (1 de Mayoría y 12 plurinominales) por 20 del PAN (de una legislatura de 40 miembros), en tanto que en el segundo trienio albiazul (2010-2013) el tricolor sumó 18 legisladores (12 de mayoría y 6 plurinominales), por 20 del PAN en una legislatura de 39 presuntos representantes populares.

En la elección de Gobernador de Jalisco del 2018, Enrique Alfaro Ramírez sumó 1 millón 353 mil 755 votos, para un porcentaje del 39.01 por ciento; el PRI quedó en tercer lugar, con Miguel Castro Reynoso de candidato, al sumar 575 mil 938 votos, para un porcentaje de 16.59 por ciento.

En 2012 la elección de Gobernador los priistas sumaron 1 millón 309 mil votos en favor de Jorge Aristóteles. Seis años después -en el 2018- el PRI tuvo una merma del 56 por ciento.

Años de caída

Con la inercia del triunfo de Aristóteles Sandoval, que recuperó la Gubernatura en el 2012, el PRI todavía logró mantener 18 diputaciones locales en el Congreso de Jalisco (de 39 en total) en el periodo 2013-2015: 14 de mayoría y cuatro plurinominales.

En los comicios del 2015 su presencia disminuyó a sólo 13 representantes en el Congreso de Jalisco (9 de Mayoría Relativa y 4 plurinominales).

La historia de su profunda caída se consumó en los comicios del pasado 1 de julio cuando no ganó ninguna de las 20 diputaciones de mayoría.

La manipulación del partido, a capricho del Gobernador actual, de su padre el Magistrado Jorge Leonel Sandoval Figueroa, y de la camarilla más cercana al mandatario, que impusieron a sus socios, aliados o favoritos, generó profundo malestar entre la militancia tricolor, que se sintió marginada y ninguneada, lo que dio origen a una fuerte migración de cuadros, primero hacia Movimiento Ciudadano y después hacia Morena.