El Rincón del Clío: Tres años de la 4T

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Tres años de la 4T

 

Eduardo González Velázquez

 

A tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, denominado por él mismo de la Cuarta Transformación (4T), asistimos a avances, retrocesos y estancamientos, en una sociedad harto compleja y con infinidad de problemas que resolver.

Algunos avances tienen que ver con los programas sociales y apoyos asistenciales, como Jóvenes Construyendo el Futuro, la pensión universal para adultos mayores, apoyos a madres solas, Sembrando Vida, La Escuela es Nuestra. Por otro lado, las inversiones en proyectos de infraestructura como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la vía interoceánica en el Istmo de Tehuantepec, siguen avanzando. Las estrategias puestas en marcha para enfrentar la pandemia del Covid y llevar a cabo un ambicioso programa de vacunación ha colocado a nuestro país en los primeros lugares de mundo en cuanto a personas vacunadas. De igual manera, el incremento de casi 65 por ciento del salario mínimo se ha significado como el mayor aumento en las últimas tres décadas. La creación de la Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa ha sido un paso importante para esclarecer lo sucedido a los 43 estudiantes de la Normal Rural de aquel lugar. En lo referente a la política exterior, vemos un cambio sustancial con respecto a lo realizado en los últimos tres sexenios, que incluye la compleja relación bilateral con Estados Unidos, lo mismo con Donald Trump que con Joe Biden, y el retorno a un papel central en Latinoamérica en el marco de los principios históricos de nuestra política exterior.

Los retrocesos se miran en la silenciosa pero rápida militarización de varias actividades del gobierno. Sin duda, la presencia de las Fuerzas Armadas en actividades que van desde el combate a la delincuencia, la construcción de varias obras de infraestructura, hasta su incorporación en labores administrativas del gobierno federal, nos muestran la cara verde olvido de una parte de la 4T.

El estancamiento se mira al menos en tres realidades. La lucha contra la corrupción, donde cotidianamente se plantea un discurso sobre su combate, se mencionan personajes en actividades de corrupción en el pasado y el presente, pero que pocas veces se materializan en detención y penas a los inculpados desde el púlpito de Palacio Nacional. En los famélicos resultados en la lucha contra el crimen organizado y la casi nula disminución de la violencia cotidiana y los crímenes cometidos por los delincuentes. En el raquítico crecimiento económico, sin dejar de tomar en cuenta los impactos de la pandemia, pero aceptando que el primer año de gobierno el crecimiento fue casi imperceptible y se ha complicado con dos años de Covid.

Lo que muestra una mezcla de avances, retrocesos y estancamientos es la política migratoria. En tres años se movió de un franco apoyo a personas migrantes mediante políticas que buscaban humanizar el tránsito de centroamericanos y haitianos por nuestro país, la cancelación del Programa Frontera Sur, la firma del Pacto de las Migraciones, hasta llegar a evitar el paso de migrantes con elementos de la Guardia Nacional obligados por las amenazas de la Casa Blanca, y nuevamente comenzar con el apoyo a centroamericanos a través del empleo y su incorporación a los programas sociales, además de invertir recursos en los países del Triángulo de Norte por medio del programa Sembrando Vidas para detener la migración donde se origina.

A pesar de los claros y los oscuros, el presidente y su partido continúan amasando un importante capital político. Ya sea desde Palacio Nacional, el Congreso Federal, los Congresos locales, las gubernaturas y los cabildos municipales, donde la presencia de Morena ha ido en aumento en estos tres años. Lo cual no significa necesariamente mejoras para la población.

Sin duda, han sido tres años de muchos cambios, pero insuficientes. Esta situación la vemos materializada en los sentires de la población: por un lado, a muchos les molestan las transformaciones, y por otro, muchos más se lamentan de la lentitud de los cambios y consideran que faltan varios más. Sin duda, en la segunda parte del sexenio asistiremos a dos posibles escenarios: la consolidación e incremento de los cambios, o bien, el estancamiento en las problemáticas que no han podido solucionar en 36 meses.

@contodoytriques

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