El Salvador, Guatemala y Honduras son los países de la mayoría de migrantes instalados en territorio mexicano.
Jhon Yuc Puy Mesias*
‘’Yo lo único que quiero es tener una vida mejor. No me importa el dinero, no me importan los dólares ni nada. Solo quiero vivir una vida mejor, fuera del peligro de las pandillas’’, son las palabras de Marcos Díaz, migrante oriundo de San Lorenzo Valle─ciudad ubicada al sur de Honduras─, mientras es entrevistado por el reportero en el centro El Refugio Casa del Migrante. Él, en compañía de seis amigos, abandonó el país que lo vio crecer debido al escenario de violencia descomunal instalado por los maras salvatruchas.
‘’Ellos (los maras) trabajan con nota. Mandan una nota al grupo o a ti. Si te encuentran solo, te dicen. Hay muchos chavalos de mi edad que no parecen pandilleros, pero ya están dentro de La Mara. Entonces, nos mandaron un papel diciendo que si queríamos trabajar con ellos, y si no queríamos, teníamos que pagar el impuesto de guerra. Pagarles para que no nos tocaran a nosotros. (…) Nos venimos porque miramos que no estaban jugando, lo decían de verdad. Porque empezaron a matar como a cuatro chavalos que yo conocía’’, relata Díaz.
Sin embargo, cuenta Marcos que, cuando arribó a Jalisco, lo primero que encontró fue hospitalidad ante las urgencias que sus condiciones exigían a gritos. ‘’La iglesia (parroquia Nuestra Señora del Refugio) nos está dando techo y comida, y también nos va a ayudar a hacer nuestros trámites para poder estar legal aquí en México’’, comenta.
Muchos migrantes hondureños y de otros países de la región centroamericana arriban a diferentes estados de México, siendo Jalisco, por su ubicación geográfica, un estado de paso para quienes buscan cruzar la frontera con Estados Unidos, o bien, una entidad en la que algunos migrantes, como Marcos, pretenden instalarse y buscar una oportunidad para sobrevivir.
Situación de migrantes
El Instituto Nacional de Migración (INAMI) hizo efectivo la entrega de 13 mil 270 tarjetas por razones humanitarias en tres diferentes localidades (Ciudad de México, Chiapas y Coahuila), mediante el Programa Emergente de emisión de Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias.
Sin embargo, en enero las autoridades migratorias anunciaron que el programa había llegado a su culminación y que la única manera de que cualquier migrante centroamericano pudiese obtener dicho documento era acercándose a las embajadas de México en sus respectivos países.
De esta manera, la decisión tomada por la entidad a cargo del gobierno federal terminó por afectar a miles de solicitantes que, en su mayoría, son ciudadanos centroamericanos.
De acuerdo con las cifras de la Unidad Política Migratoria –mediante la información recabada por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar)–, de los siete países de América Central que figuran en la base de datos, Honduras (7 mil 481), El Salvador (3 mil 533) y Guatemala (791) son aquellos que representan la mayor cantidad de solicitudes de refugio que se han registrado de enero a setiembre del 2018.
Nicaragua tampoco dista de la situación de los tres países anteriormente mencionados, pues se presentaron 566 solicitudes también por causales de refugio durante el año anterior.
Isaac Flores, un exiliado nicaragüense, llegó a Jalisco hace algunos meses. Como parte de su situación migratoria, es probable que su caso no figure directamente entre las solicitudes, ya que ingresó a territorio mexicano antes que iniciara el programa.
Flores arribó a la entidad como miembro de la ‘’caravana migrante’’ en Guadalajara, y, desafortunadamente, engrosa la lista de quienes no han obtenido asistencia adecuada por parte de las autoridades locales.
‘’De parte de México como Estado, no he recibido ningún tipo de atención más que el tramitar, operativamente hablando, mi proceso de solicitud o reconocimiento de condición de refugiado. Como un Estado que brinde apoyo psicológico o logístico, ha sido ausente’’, señala Isaac.
Isaac actualmente se encuentra en calidad de refugiado en las instalaciones de la organización civil FM4 Paso Libre, que brinda asistencia a migrantes en condiciones vulnerables.
Isaac, a diferencia de otros migrantes que llegaron a Jalisco, manifestó que su intención no es irse a los Estados Unidos, sino, por el contrario, conseguir un trabajo temporal estable y luego buscar la posibilidad de ejercer la profesión que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN).
‘’Hasta ahora, solo tengo entendido que puedo hacer homologación de estudios, o revalidación de estudios, como lo pueden decir en tu país o en este. (…) Soy abogado y notario público. Ejerzo las dos profesiones simultáneamente. (…) Tengo una especialidad en derecho procesal penal. Además, ejercí la docencia en mi país por ocho años. Tengo la intención de reinsertarme. (…) Pero de manera inmediata, lo que tengo pensado es encontrar un trabajo, aprender uno porque, la verdad, llevo 18 años de ejercer mi profesión y no sé hacer otra cosa que no sea mi profesión. Sin embargo, toca aprender lo que sea porque me veo en la necesidad de enviar dinero a mi país y ayudar a mi familia’’, explica.
El relieve de la caravana migrante en Guadalajara
Guadalajara se ha ido convirtiendo no sólo en ciudad de tránsito para quienes buscan el “sueño americano”, sino en un lugar donde poco a poco han ido aumentando las posibilidades de residencia.
De enero a setiembre del 2018, la delegación Jalisco del Instituto Nacional de Migración (INAMI) ha recibido 297 solicitudes por refugio, ocupando el puesto número ocho entre los 32 estados del país en cuanto a solicitudes migratorias.
La mayoría de migrantes proveniente de América Central prefiere movilizarse por Jalisco, donde percibe menores situaciones de riesgo.
Un informe elaborado en el año 2016 por la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redomen), con base en testimonios de personas que han pasado por alguna de las 23 estancias civiles pertenecientes a la red que atienden a migrantes en condiciones vulnerables, señala que Jalisco es uno de los pocos estados donde la percepción de estar en riesgo era mínima (junto a Nayarit, Tlaxcala y Querétaro); a diferencia de estados ubicados en la zona oriente y sur, como Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, localidades donde se han registrado deportaciones y secuestros contra decenas de centroamericanos.
Sin embargo, persisten las sombras de la deportación en el estado. En 2018, fueron detenidos por las autoridades migratorias de la delegación Jalisco 21 salvadoreños, 184 guatemaltecos y 190 hondureños. Todas estas cifras se encuentran registradas como ‘’eventos’’; es decir, personas que pueden haber sido repatriadas en reiteradas ocasiones.
Iliana Martínez Mejía, miembro del Centro de Investigación y Formación Social (CIFS) e investigadora en temas de migración del ITESO, manifestó que las migraciones como la reciente tienen perfiles diversos a otras que anteriormente se han dado.
La especialista indicó que las caravanas de migrantes centroamericanos registradas el año pasado, en comparación con las recientes, presentan variantes que las sitúa en una circunstancia adversa, debido a la cantidad de personas en sus movilizaciones: ‘’hay grupos que se están yendo por la zona más peligrosa, como la ruta por el Golfo; que están yendo a Tamaulipas, en Reynosa; que han pasado por Veracruz, que son lugares muy complicados. Hay migrantes que están viajando en tren, y ya eso te pone en una situación de vulnerabilidad y riesgo muy alta’’.
En este sentido, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que la política migratoria continúa siendo de bienvenida para la comunidad migrante, en los últimos días se han registrado operativos y detenciones en contra de quienes pretenden ingresar al país por la frontera sur.
Apenas la semana pasada se registró la detención de casi 400 migrantes, mismos que fuero remitidos a la garita Siglo XXI, en Chiapas, donde fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM). En tanto, mil 300 migrantes que permanecías detenidos hasta ayer en la mismas instalaciones se amotinaron y escaparon.
Según ha dado a conocer el INM sólo 700 migrantes han sido recapturados.
Una sola llave para dos puertas
El desplazamiento de los miembros de la caravana migrante no sólo han encontrado en Guadalajara un paso más ligero para la ruta que los conduzca hacia la frontera norte, sino que además son asistidos por diferentes organizaciones civiles como El Refugio Casa del Migrante y FM4 Paso Libre.
En ambos centros de ayuda humanitaria, los migrantes en situación de vulnerabilidad son atendidos a través de ayuda psicológica, atención médica, asesorías para cualquier situación de riesgo, alimentación, donaciones y estadía.
Por parte de FM4 Paso Libre, Roberta Díaz Hernández, miembro del área de incidencia social, contó que desde el 2015 alojan migrantes de cualquier nacionalidad en condiciones precarias, pero que desde el 2007 la organización realizaba labores de ayuda social, cuando repartía alimentos en las vías del tren que están por la avenida Inglaterra.
El espacio con el que cuenta dicha organización sólo tiene cabida para 100 personas. Sin embargo, Díaz Hernández sostuvo que en FM4 Paso Libre han venido afrontando una demanda de superior en asistentes: ‘’Por mes, por lo menos se atiende desde 550 a 600 migrantes de ambos: tanto de refugio como de tránsito’’.
La caravana de centroamericanos también ha encontrado un espacio en otro punto de la ciudad, como es El Refugio Casa del Migrante, un albergue situado en el Cerro del 4, perteneciente al municipio de Tlaquepaque.
*Estudiante del ITESO.