En Chile acudieron este fin de semana a las urnas para elegir a quienes serán parte de la Convención Constituyente, y los resultados se pueden leer como un castigo a los partidos tradicionales, pues, contra todo pronóstico, las candidaturas independientes lograron conquistar casi un tercio de los 155 escaños de disponibles para redactar una nueva Carta Magna.
La suma de los independientes con las dos grandes listas de la oposición (Apruebo Dignidad, con 28 escaños, y Lista del Apruebo, con 25) supera los dos tercios de los 155 escaños de la Convención, que contará con 17 cupos reservados para los pueblos indígenas y tendrá paridad entre mujeres y hombres, algo inédito en el mundo.
En cambio, la derecha oficialista, respaldada por el presidente Sebastián Piñera, que se presentó en una única lista llamada Vamos por Chile, se queda con 37 escaños, lejos de los 52 necesarios para influir en el contenido de la nueva Constitución y vetar artículos. Con dicha formación, los 155 elegidos se reunirán en las próximas semanas para comenzar a redactar el documento.
Sin duda, estas elecciones no solo son importantes para Chile sino para toda América Latina y el Caribe.
Lo primero en resaltar es el tema de la elección mayoritaria por las mujeres candidatas. De hecho, fueron electas 81 mujeres y 74 hombres, sin embargo, por la ley de paridad, tuvieron que hacer ajustes y cambió la conformación para quedar en 77 mujeres y 78 hombres, este regateo final para dejar un cupo más para los hombres es inexplicable. La conformación final quedó en 30.46% para los independientes (46 escaños), 24.50% fueron para Vamos por Chile (37 escaños), 17.22% para Apruebo Dignidad (26 escaños), 16.56% para Lista del Apruebo (25 escaños) y 11.26% para pueblos originarios con 25 escaños.
Las nuevas reglas que regirán la nación chilena serán escritas por estos 155 constituyentes, quienes en su mayoría tienen una conformación de izquierda entre independientes y la oposición al gobierno que sumados superan ampliamente los dos tercios de los escaños necesarios para dominar la asamblea.
El ejemplo Chileno sin duda impactará en toda la región, son nuevas épocas y la población se encuentra hastiada de los políticos tradicionales.
En un país con una representación poblacional indígena de más del 12%, por primera vez los pueblos originarios serán escuchados y tendrán voz y voto para construir la nueva constitución. 17 de los 155 escaños, es decir, más del 10% serán para los 10 pueblos originarios Chilenos reconocidos por el Estado. Chile es uno de los pocos países de la región que no reconoce explícitamente a los pueblos originarios en su constitución, ni sus lenguas ni su cultura (contrario a Bolivia, Ecuador o México, que reconocen el carácter plurinacional del Estado).
Entre las demandas de los pueblos originarios de Chile está el reconocimiento de su lengua, cultura y costumbres y el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado. Si Chile logra avanzar en este reconocimiento, será un avance importante para los pueblos originarios de toda América Latina y el Caribe.
Otro avance importante y que sienta un precedente en el mundo es la elección paritaria de las mujeres, con quienes se tiene una deuda histórica. La primavera feminista que se vive en todo el mundo, ahora tiene una nueva realidad en el contexto Chileno. Nunca más la construcción de un Estado sin la presencia y participación activa de las Mujeres. Nuevos aires recorren América Latina y vienen de Sur.
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