Las elecciones de ayer domingo para renovar las alcaldías en Hidalgo, y el Congreso local en Coahuila, irrumpen como un buen laboratorio para imaginar algunos caminos que pueden tomar los comicios de 2021.
En Hidalgo, según los primeros resultados, el PRI parece tener seguros al menos 25 de los 84 municipios, (Pachuca, Mineral de la Reforma, Tulancingo y Zempoala, entre otros); el PRD aseguraría ocho; el PAN y Morena, cinco cada uno; PT, PVEM y MC, tres cada uno, y finalmente, Podemos, con uno. El resto de las alcaldías aún siguen en la rebatinga.
En tanto, en Coahuila, el tricolor triunfó en los 16 distritos electorales en disputa. Morena se convirtió en la segunda fuerza política en el estado con 19.7% de la votación general, y la posibilidad de recibir cinco diputaciones plurinominales, mientras Acción Nacional cayó al tercer lugar con 10.4% y conseguirá tres escaños de representación proporcional.
Al final de la jornada, Julio Valera Piedras, secretario del PRI en Hidalgo, dijo que su partido “ganó por la unidad, por la fortaleza de sus estructuras y por el liderazgo de su presidenta estatal, Erika Rodríguez”.
Además de lo mencionado por las dirigencias estatales y nacional del Revolucionario Institucional para explicar su triunfo dominical, debemos de poner en la canasta explicativa otros elementos. A saber: en los dos estados en cuestión no ha existido la alternancia electoral en el Ejecutivo estatal y la fortaleza del poder caciquil que mantienen las estructuras priistas en esos territorios, ya sean encabezados por el moreirismo coahuilense o por el tinglado hidalguense soportado por el gobernador Omar Fayad y sus antecesores, Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam.
Por otro lado, Morena asistió a la cita electoral cargando la baja en la aprobación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A querer o no, el apoyo o rechazo al inquilino de Palacio Nacional impactará los resultados electorales que consiga su partido el año que viene. elecciones
Otro aspecto importante que deja la jornada dominical es el duro golpe para el PAN, PRD y MC.
Aunque Morena no salió con los resultados que esperaba, ese partido podrá recuperar el terreno perdido en Coahuila e Hidalgo en otros estados, cosa que se mira más complicada para el resto de los partidos.
Para los naranjas y el sol azteca las cosas no pintan nada bien; los primeros buscarán aprovechar su fuerza en Jalisco y Nuevo León; los segundos buscan una tablita de salvación en alguna alianza para no morir en el intento.
El PAN, por su parte, aún tiene fuerza en varios rincones del país y podrá mantenerse en la contienda.
Según vimos ayer domingo, no descartemos que en 2021 tengamos un tripartidismo repartido entre Morena, PAN y PRI, con sus respectivos satélites electorales. Al tiempo.
@contodoyriques
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