Empate agridulce

Por Raúl de la Cruz

22 de noviembre de 2022.- Fueron tres minutos de incertidumbre luego de que el experimentado defensa mexicano Héctor Moreno cometiera claro penalti dentro del área sobre el mejor delantero del mundo Robert Lewandowki. Fueron los momentos más eternos desde el silbante australiano decidió ver las pantallas del VAR para confirmar la pena máxima.

En ese momento las palpitaciones se incrementaron considerablemente en cada rincón de la república mexicana. Lewandowki está pensativo, suda a chorros mientras que el arquero mexicano se mueve de un lado para otro con las manos levantadas. El delantero del Barza se perfila, dispara hacia la derecha y providencialmente, Ochoa desvía la pelota. Entonces aquello se convirtió en un manicomio por todos lados desde el estadio desechable donde se jugó el partido, hasta en la casa más humilde de nuestro territorio.

Los más de treinta mil mexicanos asistentes al inmueble de contenedores corearon “¡dale, dale, dale, Ochoaaaa!, Ochoaaaaa!”. Fue el acto culminante del encuentro donde México dominó, pero no definió.

Cuanta falta hizo el Chicharito, dijera un restaurantero que hizo el viaje mediante un periplo que salió de Guadalajara, Cancún, Houston, Toronto, Madrid y Doha. ¡18 horas de vuelo! Esa jugada fue el pretexto adecuado para romper todas las normas impuestas por la autoridad catarí.

A pesar del empate los mexicanos salieron alegres, contentos, eufóricos. “Nos vamos a chingar a Argentina, Arabia Saudita demostró que no son invencibles”, reiteró uno de los integrantes de la “Banda del Tigre” que hizo el viaje en grupo desde Monterrey.

Betillo me contó, a través del Meet, que después del partido aquello se convirtió en una verbena a pesar de los 38 grados de temperatura. Brincos, bailes, el Cielito Lindo, los sombreros de charros, ahhh eso sí, las máscaras de lucha libre fueron confiscadas. La idea era llegar al bar del hotel donde está permitido tomar cerveza y tequila. Aunque no se ganó el partido valió la pena.

Se extrañó al Chicharito, motivo por el cual, llevaron una manta con su figura que adornó la gradería del inmueble mundialista. De todos es conocido que el mexicano es el picante de los mundiales porque son especialistas en violentar las normas y reglas de la hipócrita y corrupta FIFA que se hace de la vista gorda con ellos porque saben de la importancia de México en los mundiales por medio de sus poderosas cadenas televisivas y sus brokers que compran los derechos televisivos.

Viene lo bueno para el próximo sábado. Los ratones se enfrentarán a un pampa herido de muerte. La batalla será en las calles de Doha, en el estadio y en los televisores de las dos naciones “hermanas”. Será el encuentro fundamental en las aspiraciones de ambos conjuntos. Argentina por el título, México por el quinto partido.