Empoderar a las mujeres
Yanuaria de Alba
En la entrega anterior mencioné que las mujeres podían tener contactos o apoyos para poder llegar a ser vistas y galardonadas, gracias a sus vínculos y trabajo. Se reconoció la enorme labor que generan en bien de la sociedad.
Ahora a través de llamarles organizaciones, asociaciones, colectivos o agrupaciones, se empodera a mujeres que se agrupan de manera diversa: las indígenas, las empresarias, las políticas, madres buscadoras, etc, en donde se aleccionan, crean, se relacionan entre ellas, para mejorar el mundo en que vivimos. ¿Será creación de conciencia? ¿Será reorganización social? ¿Será el empoderamiento femenino?
Estas organizaciones abarcan temas como la defensa de los derechos humanos, la promoción de la participación política y económica. Su enfoque va desde transformar instituciones, leyes y políticas públicas que mejoren el acceso a la justicia para todas las mujeres, promoviendo un enfoque interseccional no punitivo. Hablan de acceso a los derechos reproductivos. Se enfocan en temas de liderazgo, empoderamiento y autonomía económica para promover su participación activa en diversos ámbitos. Se crean programas de desarrollo humano. Se realizan investigaciones sobre temas relacionados con la mujer y la igualdad de género y utilizan estos datos para influir en las políticas públicas y promover cambios sociales.
Todos estos espacios ofrecen programas de capacitación y formación para ayudar a las mujeres a desarrollar nuevas habilidades, mejorar su empleabilidad y aumentar su participación económica y social. Les enseñan una nueva forma de ser mujer, con perspectivas de activación en el mundo laboral generando una visión de empuje, que pretende lleguen a espacios de toma de decisiones, que cambien el rumbo de la sociedad con su misión de cuidar y salvar al mundo porque esa subjetividad sigue estando presente en ellas.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) brindan apoyo y asistencia a mujeres que han sufrido violencia de género, ofreciendo servicios de refugio, asesoramiento legal y psicológico, abogan por leyes y políticas que garanticen la igualdad y la no discriminación, crean condiciones para que puedan plantear sus experiencias, crecer y ayudar a otras y otros para salir adelante pese a las adversidades, haciendo que nos volvamos una sociedad que pondera el apoyo como contención a la violencia que vivimos en estos tiempos; concretando una expansión de conciencia con respuestas más objetivas e inclusivas, desde la toma de desiciones hasta la prestacion de servicios, superando el déficit de las respuestas y apostando por una organización mundial que tenga mayor perspectiva.
La “Plataforma de acción de Beijing” es una instancia crítica que mantiene vigentes estándares, esfuerzos y acuerdos que ayudan a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) planteados para el 2030, priorizando en materia de igualdad de género desde la prohibición de actividades que limiten el empoderamiento de mujeres hasta la aprobación de planes climáticos que aceleren procesos de inclusión, de oportunidades, de estrategias eficaces. Esto juega un papel crucial en la lucha contra la discriminación y la violencia de género.
ONU mujeres dice que la participación de mujeres refuerza los acuerdos por la paz. Sin embargo sólo el 10% son mujeres negociadoras, 14% son mediadoras y un 27% son signatarias en equipos, que corresponden estas actividades; las políticas más firmes sobre cambio climático suelen ser impulsadas por mujeres, mientras solo 87 países han sido liderados por una mujer; 53% de los Estados miembros (189 países) aprobaron o reforzaron leyes y políticas con perspectiva de género sobre la reducción del riesgo de desastres y la resiliencia climática y ambiental, cuando 236 millones de mujeres y niñas podrían tener complicaciones con la seguridad alimentaria.
Las cifras siguen siendo desalentadoras aunque tenemos un considerable incremento en la participación de mujeres que generan innovación desde observaciones que establecen nuevas oportunidades ofreciendo apoyo, recursos, espacios de participación y dirección al rumbo consciente a nuestra forma de vida y de toma de decisiones es necesario continuar con el impulso de esta nueva visión para nuestra sociedad.