¡Acérquese, acérquese a la gran Feria del Terror! Venga y traiga a su familia al evento más escalofriante organizado por el gobierno de Jalisco. Tras seis años de éxito continuo, por última ocasión en su estado. ¡No se lo puede perder!
Lo invitamos a que en este día de muertos se convierta en uno más ¡Dos mil cadáveres en lo que va del año nos respaldan! Cifras garantizadas por el Secretariado Ejecutivo de Seguridad.
Nunca como antes un espectáculo como este se ha visto en el país. Acérquese a conocer el verdadero terror en las calles oscuras, atiborradas de basura y con cientos de baches. Todo en un sólo lugar.
Contamos con una exhibición única en el mundo. Sólo aquí podrá presenciar un desfile con muertos de verdad: ¡412 cadáveres itinerantes en escena! ¡Nueve mil personas lesionadas! ¡Muchas muertas! ¡Hombres, niños y mujeres privados de su libertad! Y mucho, mucho más.
¡Venga y no se arrepentirá! Garantizamos que usted y su familia la pasará mal.
¡Traiga su bicicleta, automóvil o motocicleta y sienta en carne viva la impotencia de ser despojado de su propiedad! ¡Más de 48 mil clientes nos avalan!
No puede privar a sus pequeños de esta experiencia; usted los trae y nosotros los corrompemos.
Y si vive en situación de calle, ¡no se preocupe!, la Feria del Terror también tiene atracciones para usted.
Venga, venga con toda su familia, verá muchos muertos (muchos) y sentirá miedo (mucho miedo) ¡No lo piense más!
5 de diciembre, ¡último día! La Feria del Terror agradece su preferencia.
Aristóteles Sandoval, gerente de la Feria del Terror, lo invita.
Restricción: Con su boleto de entrada usted cuenta con inmunidad para cometer delitos una y otra vez; sin embargo, quien sea encontrado grafiteando las instalaciones de la Feria del Terror será expuesto al escarnio público.
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Jalisco se ha convertido en una especie de feria macabra, en la cual los sustos –ya sea por intento de homicidio, asalto, desaparición forzada y demás delitos imaginables e inimaginables– están, hoy por hoy, a la orden del día. Nada más adecuado para las fechas mortuorias.
En este tenor, la administración del gobernador Aristóteles Sandoval se ha convertido en una caótica casa de los espejos: cuando parece que habrá una salida, choca contra algo. Y así, cada día Jalisco invita a propios y extraños a vivir un auténtico laberinto del terror.
En Jalisco todos los días son día de muertos.
