A Omar Treviño se le vincula con una serie de asesinatos y secuestros de gran relevancia en México, incluida la masacre de San Fernando, en Tamaulipas, donde al menos 193 migrantes fueron asesinados por Los Zetas. También se le vincula con el ataque al casino Royale, en Monterrey, que terminó con la vida de 52 personas.

La agrupación dirigida por el Z-42 fue considerada durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojasa (2006-2012) como la segunda en importancia, sólo por debajo de la agrupación del Chapo, manteniendo ambos cárteles una pugna constante por la venta de droga.

El Z-42 sucedió en el cargo no sólo a su hermano, sino que también reemplazó a Heriberto Lazcano, quien murió en octubre de 2012 tras enfrentarse con elementos de la Marina.

Previo a su captura, el capo de Los Zetas, grupo originado en 1999, el gobierno federal ofrecía 30 millones de pesos por información que llevara a su captura. Y aunque en Estados Unidos existen cargos por tráfico de cocaína, su extradición no se ha realizado, por lo que podría recuperar su libertad a los 63 años, casi la misma edad que tiene Guzmán Loera (62), quien sí pasará el resto de su vida en una cárcel de máxima seguridad en el territorio vecino.

Actualmente, Omar Treviño se encuentra recluido en el penal del Altiplano, en el Estado de México.

En este tenor, la Fiscalía del Estado de Coahuila informó que se busca cumplimentar una orden de aprehensión en contra del Z-42 por hechos correspondientes a la mascre de Allende, en 2011, cuando al menos 40 sicarios de Los Zetas ingresaron al rancho Los Garza, en Coahuila, llevándose consigo a 42 personas, según cifras oficiales.

Por dicho caso, algunos responsables purgan una pena de 70 años, misma que se buscaría imponer a Omar Treviño.