Guadalajara, Jalisco.-Pobladores de San Gabriel, Jalisco, culpan a los sembradores de aguacate por el desbordamiento del río Apango, coloquialmente conocido como Salsipuedes, que hasta el momento ha cobrado dos vidas y mantiene en calidad de no localizadas a cinco más.

De acuerdo con información del diario Mural, no fue una tromba lo que provocó que el río saliera de su cause, pues en San Gabriel no calló ni una gota de agua, sino que un deslave en la serranía desvió el afluente hacia la cabecera municipal.

El siniestro arrasó con al menos mil viviendas, 24 automóviles, además de las referidas pérdidas humanas y 3 mil damnificados.

“Para ellos hay un culpable: la ambición de los aguacateros que poco a poco han talado el cerro y como muestra, el corte perfecto de los troncos que bloquean la Calle Independencia y José Mojica”, en San Gabriel, publica la citada fuente.

“Si se tratara de un deslave natural, afirman, los cortes serían imperfectos”, agrega Mural.

No sería la primera vez

El pasado 24 de septiembre una tromba provocó el deslave de un cerro en Peribán, Michoacán, dejando siete personas fallecidas y múltiples afectaciones en la infraestructura del lugar.

De igual forma, en aquella ocasión pobladores de Peribán culparon a los aguacateros de debilitar el cerro en su constante intento por aumentar sus cosechas de aguacate.

La hipótesis fue corroborada por un estudio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) difundido por Mi Morelia. Según los datos, la invasión descontrolada de aguacates en zonas incluso declaradas Áreas Naturales Protegidas mantiene a los habitantes de Peribán a merced de eventuales siniestros en cada época de lluvias.

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