Miguel Ángel De Híjar y Sofía Pérez Vergara alianza federalista
Guadalajara, Jalisco.- Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, se ha posicionado como el líder y la figura más visible de la Alianza Federalista, una congregación de mandatarios estatales que tiene los días contados de cara al proceso electoral de 2021. Prueba de ello, sostiene el politólogo Jorge Manuel Narro Monrroy, es que varios de sus contendientes tienen la mira puesta en las elecciones federales de 2024 y lo que ésta implica: la silla presidencial.
En entrevista con Partidero, Narro Monroy, profesor emérito del Departamento de Formación Humana, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, consideró que “la Alianza Federalista no tiene futuro porque muchos aspiran a ser el próximo presidente”, lo que invariablemente provocaría fricción entre sus miembros.
Actualmente, la Alianza Federalista está conformada por los gobernadores de 10 estados: Chihuahua, Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Nuevo León, Coahuila, Colima, Durango, Michoacán y Tamaulipas. De éstos, sólo seis resistirán la elección intermedia, pues su sexenio concluye.
Quienes terminan su periodo de gobernanza son Javier Corral, en Chihuahua; Jaime Rodríguez, en Nuevo León; Silvano Aureoles Cornejo, en Michoacán y José Ignacio Peralta, en Colima.
“Varios en la Alianza tienen aspiraciones presidenciales, y una vez acercándonos ala próxima elección, e incluso a 2024, cada uno va a jalar la cobija para su lado, por lo que va a haber contradicciones al interior y ésta se va a deshacer”, apuntó Narro Monroy al respecto.
La disputa más antagónica, explicó, podría darse entre Corral, del Partido Acción Nacional, y Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano, pues si bien ambos han confrontado a Andrés Manuel López Obrador en busca de reflectores nacionales, el primero es “mucho más capaz y experimentado”, lo cual dejó en claro al no tomar
decisiones precipitadas y abandonar la Conferencia Nacional de Gobernadores, bpero medir a conveniencia su integración a la Alianza.
Además, detalló el especialista, la conformación del bloque opositor obedece a “una maniobra coyuntural y momentánea que se va a fracturar cuando aparezcan con más claridad los intereses políticos de cada gobernador… por lo que no va a aguantar”.
“Alfaro se pinta a sí mismo como un político echado para adelante, que no le teme al presiente, pero hay otras señales (de que buscará la Presidencia), por ejemplo, que ha venido juntando dinero desde que era alcalde… para su campaña presidencial”.
Pese a esto, el mandatario jalisciense ha reiterado que no le interesa ser presidente, aunque lo reconsideraría si sociedad y empresariado lo piden.
“Con mayor razón la Alianza Federalista tiene los días contados, entre que Corral y Alfaro tienen cada uno su agenda y el siguiente año muchos van a dejar de ser gobernadores y aunque el panista termina su gubernatura un año antes del (20)24, tiene posibilidades de ser el candidato. Puede ir del brazo con Alfaro, pero cerca de la meta para quienes dejan la gubernatura antes les será más complicado. En cambio, Alfaro sí tiene reflectores y dinero público y privado por debajo de la mesa.
“Corral es decente, y Alfaro aprovechó la alcaldía y el gobierno (estatal). Recurrió a periódicos en la Ciudad de México para publicitarse hasta llegar al 2024, para aparecer en cadena nacional… para que sepan de él en todo el país. Necesita tener pretextos: la mala conducción contra el Covid-19, el Pacto Fiscal”, precisó al respecto Narro Monrroy.
No obstante, reconoció, el futuro de Alfaro Ramírez dependerá de si logra conservar las alcaldías de la zona metropolitana de Guadalajara y la mayoría en el Congreso de Jalisco. También, de si Morena pierde o refrenda sus escaños en la Cámara de Diputados.
Morena, el otro peligro para la Alianza Federalista
El otro peligro para la Alianza Federalista, consideró Eduardo González Velázquez, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que a pesar de sus pugnas
internas y de haber fracasado en las elecciones previas de Coahuila e Hidalgo, donde el máximo ganador por el Revolucionario Institucional (PRI), continúa con el mayor arraigo e intención de voto entre la población, hacia el 2021, de la mano de López Obrador.
“Morena es una bola, la mayoría de los electores va a votar, sea quien sea el candidato, eso habla de la presencia de López Obrador, y cómo su figura no se ha desgastado a pesar del caos dentro del partido… Aquí en Jalisco no tiene
dirigencias formales, ni tampoco en los estados. (Actualmente) concentra la mayor intención de voto del siguiente año, y si llega igual o mayor en las próximas elecciones, eso acaba con la Alianza Federalista”, dijo a este medio de
comunicación.
El revés a los morenistas en las referidas entidades, estimó González Velázquez, se debió en gran parte al abstencionismo y la capacidad del partido tricolor para movilizar a sus militantes y simpatizantes.
“Es una muestra muy clara de varios reductos en distintos estados de la República que se están uniendo ante la poca capacidad demostrada por Morena para organizarse, además de las mismas luchas que trae el partido. Otro elemento es que si el PRI se queda con los 16 distritos, se queda Morena en segundo lugar y desbanca al PAN (Partido Acción Nacional), abonando a dos cosas: diputados plurinominales en el Congreso (de Coahuila). En Hidalgo gana municipalidades y en las cabezas donde ganó seguro tendrá regidores. No todo estuvo perdido para
Morena”, fijó.
La intención de voto
Pese al panorama electoral, a nivel Jalisco y en el resto de los estados, para González Velázquez, Morena continúa siendo el partido a derrotar y con la mayor fuerza, aunque esto no signifique “un cheque en blanco”.
“En Jalisco, por ejemplo, los partidos deben de poner mucha atención a Morena, porque éste más que el PAN podría obtener algunos triunfos donde perdió Movimiento Ciudadano (MC). En las elecciones intermedias hay una gran disputa y algunas alcaldías”.
La tónica no es diferente en el resto de estados de la República, sobre todo en los cuatro de salida que integran la Alianza Federalista.
En Chihuahua, por ejemplo, la intención de voto favorece a los morenistas, según una encuesta de El Financiero publicada a finales de agosto. De acuerdo con los datos, Morena obtendría el 23% de los comicios y el PAN, que es segundo lugar, el 16. No obstante, 12% de los chihuahuenses se decantaría por una opción
independiente.
En Nuevo León, cuyo actual gobierno se asume independiente, Morena tienen aún más posibilidades de hacerse con la gubernatura. Según la segunda encuesta de preferencia electoral rumbo a la gubernatura 2021,
realizada por Campaigns & Elections México, junto con Varela y Asociados, Morena obtendría el 44% de la votación efectiva, el PAN el 19%, el PRI el 16% y Movimiento Ciudadano sólo el 7%. Al igual que en el caso de Chihuahua, el 13% de los votos efectivos podrían dirigirse a un independiente.
Las figuras más conocidas entre los neoleoneses son Clara Luz Carrales, quien pertenece al PRI pero podría contender por Morena ; Felipe Cantú, por el Acción Nacional y Samuel García por MC. La segunda figura más respaldada por quienes votarían por Morena es Tatiana Clouthier, quien recientemente descartó su candidatura.
En Michoacán, una encuesta de Demoscopia Digital también posiciona a Morena al frente de las preferencias en la entidad. Los resultados del ejercicio estadístico arrojan que dicho partido tiene una intención de voto del 35.36% para la elección de gobernador, seguido de Acción Nacional, con 12.84%; el Revolucionario Institucional, con 11.03% e independientes, con 6.22%.
Finalmente, según El Financiero, Morena lleva una ventaja de 17 puntos en Colima, al obtener 28% de la intención de voto por partido, mientras que el PRI y el PAN obtendrían 11 y 9%, respectivamente. MC también tiene una presencia importante, pues sumaría 6%.
Sin el Pacto Federal, Jalisco dejaría de recibir el 67% de sus ingresos
