Por: Eduardo Esquivel Torres
Martes 11 de marzo de 2025.- El exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez debe ser investigado y castigado por la Fiscalía General de la República (FGR) por su presunta responsabilidad en el caso del rancho donde se encontraron decenas de restos humanos, en Teuchitlán.
“El sabía perfectamente lo que estaban haciendo ahí y no hizo nada”, acusó Alfonso Partida Caballero, catedrático en Derecho Procesal de la División de Estudios Jurídicos del CUCSH de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Además, enfatizó que el exmandatario jalisciense -de extracción emecista- era “vocero” de la fiscalía estatal en su gestión.
Aseguró que Alfaro Ramírez decidía qué decir y que no, siempre y cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) le diera la autorización para darlo a conocer a la opinión pública.
“Él es responsable de ocultar la verdad, incluyendo lo de Teuchitlán. Sabía que lo estaban usando para eso (rancho)”.
Partida Caballero, señaló que el actual Gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, sabía del casi desde el inicio de su gestión y calló porque en Casa Jalisco se trataban esos asuntos con Enrique Alfaro.
Alfaro Ramírez reconoció, en su momento, que el crimen organizado estaba penetrado en la fiscalía del estado.
“El era el gran manipulador del ministerio público en Jalisco. Tenía el mando y conducción de las investigaciones. No se movía un sólo dedo sino lo decía él”.
Si se dejó de investigar ese lamentable caso “fue por el ordenamiento de dos personas en particular, del fiscal anterior y de Enrique Alfaro. Hay agentes del Ministerio Público que conocieron del caso y también hay policías investigadores que debieron de seguirlo (Teuchitlán). Lo que pasa es que Enrique Alfaro obedecía al CJNG. Él decía que estaba blindado Teuchitlán y otros municipios de donde tiene presencia este cartel”, puntualiza Alfonso Partida.
