Guadalajara, Jalisco-. La Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara sigue en pie, pero, debido a la pandemia por Covid-19 y todo lo que implica, las autoridades tomaron “la difícil y dolorosa decisión” de que este año se llevará a cabo totalmente de manera virtual, además de que no tendrá país invitado de honor.
“Hemos hechos nuestro mayor esfuerzo para que este año se hiciera de manera presencial, pero tenemos que atender lo que nos dicen las autoridades sanitarias y la Sala de Situación en Salud por Covid-19 de la Universidad de Guadalajara, que reúne a especialistas en epidemiología. La recomendación de la Sala, el análisis de datos y de proyección de la pandemia, la restricción para la organización de eventos masivos y de viajes internacionales, y la responsabilidad de proteger la salud de socios, visitantes, participantes y expositores, nos ha llevado a tomar la difícil decisión de trasladar, únicamente por este año, los contenidos y programas de la FIL al ámbito virtual”, dijo en conferencia de prensa Raúl Padilla, presidente de la FIL.
Agregó que el 2020 ha sido un año llego de contradicciones, y en el caso del evento, el 16 de octubre recibirá el el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, “un sueño largamente añorado”.
Por otro lado, enfatizó que la pandemia ha generado nuevas maneras de relacionarse, las cuales han impactado a toda la cadena del libro, por lo que a pesar de analizar todos los posibles escenarios, no hay las condiciones para hacerla de manera presencial.
Debido a ello, del 28 de noviembre al 6 de diciembre la FIL se llevará a cabo mediante contenidos literarios digitales, académicos y de divulgación científica, que serán transmitidos en la página web y redes sociales de la feria, así como en canales de televisión de la Universidad de Guadalajara, y medios públicos de México y América Latina. El programa general de actividades será presentado a finales de octubre.
Los negocios
Acerca del ámbito de los negocios, Padilla aseguró que han creado diversas herramientas gratuitas con el objetivo de apoyar a los expositores registrados en 2019 y 2020, entre ellas el mercado de libros en la página web del evento, y la plataforma FIL Negocios, en la que los profesionales podrán acceder a diálogos, estadísticas y contenidos relacionados con la industria editorial, y generar un catálogo de derechos de autor y un directorio de para hacer intercambios con los pares de otros países.
Otro aspecto es la FIL Niños , la cual este año ofrecerá diez talleres en línea con sesiones durante los nueve días de la feria.
“Estamos conscientes de que lo digital no suple lo presencial, lo importante es la cercanía de los lectores con sus autores de distintas latitudes, así como la cita anual de la industria editorial iberoamericana. Sin embargo, mantendremos viva la llama de la FIL con un programa que sin duda dará de qué hablar”, dijo Padilla.
El presidente del evento insistió en que la decisión fue tomada con base en los rebrotes de Covid-19, los cuales han imposibilitado que distintas editoriales puedan viajar al país, además de las restricciones de vuelos en países como España, y la meseta nacional de contagios.
También resaltó que “hasta el último centavo se retornará a todas las editoriales” que ya habían dado un anticipo para su participación. Sin embargo, destacó que la industria editorial está pasando por momentos realmente difíciles, que se suman a los “inmisericordes recortes a los programas de cultura”, por lo que exhortó a todas las universidades y las autoridades culturales del país para hacer adquisiciones editoriales.
“La industria editorial mexicana está pasando por una situación realmente difícil, fueron muchos meses que estuvieron cerradas las librerías, la economía no se reactiva, las ventas de la industria editorial han bajado y sumen a esto los inmisericordes recortes que están teniendo los programas gubernamentales relacionados con la cultura, que ponen en una situación más difícil a la industria editorial. Por eso hacemos un exhorto a todas las universidades y a todas las instituciones culturales del país para no recortar los programas de adquisiciones de libros sino más bien mantenerlos”, atajó.
Repercusiones económicas
Finalmente, Padilla añadió que este año la Feria tendrá un déficit de entre 24 y 28 millones de pesos, ya que no tendrán los principales ingresos obtenidos por la renta de stands, además de que no van a obtener “un solo centavo del gobierno federal”.
“Nuestros patrocinadores se mantienen con nuestra feria por eso no habrá un déficit mayor que esperamos resarcir en los siguientes dos o tres años. Nos toca apretarnos el cinturón. De haber forzado las condiciones para hacerla presencial, se hubiera reducido el déficit, pero de todas maneras lo hubiera habido, quizá de 14 millones y no de 24, pero la Fil es mucho más que un tema económico”, recalcó.
Por su parte, Alejandro Ramírez, director de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), expresó: “estamos consternados por esta triste situación, pero la industria editorial mexicana acompañará todas las actividades que realicen”, dijo.
Juan Luis Arzoz, presidente de la Cámara Nacional del Industria Editorial Mexicana, reiteró que los editores mexicanos siempre apoyarán a la FIL Guadalajara, para beneficio del gremio. Asimismo, consideró que hacerla de forma virtual tiene algunas ventajas, porque será “una experiencia enriquecedora para todos los editores y permanecerá como una forma de actuar”.
Finalmente Ricardo Villanueva, rector de la UdeG, indicó que anualmente destinan 68 millones de pesos para la compra de libros, cifra que, aseguró, volverán a invertir para fortalecer la industria editorial, e incluso mencionó que “intentarán fortalecer” el monto.
Con información de El Universal
