Fiscalía de Jalisco, omisa ante fallecimiento de menor

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Guadalajara, Jalisco.-Pepito estaría vivo si en la Fiscalía del Estado Jalisco “me haigan hecho caso (sic)”, reclama Martha Sigala, abuela del menor de tres años quien murió el 12 de octubre por los golpes que le propinó su padrastro y su progenitora, quien además tiene una discapacidad cognitiva.

De acuerdo con Gerardo Octavio Solís Gómez, titular de la citada corporación, se encontraron suficientes elementos para imputar a la pareja, y explicó que la autopsia reveló que Pepito murió por una “contusión difusa de cráneo y presentaba el síndrome del niño maltratado”.

El homicidio se registró en una vivienda que se ubica el cruce de las calles Primitivo Torres y La Torre, en la colonia El Terreno, municipio de El Salto.

Al respecto, Sigala relató que el pasado 7 de agosto fue la última vez que vio a su nieto y a su hija Claudia Lizbeth. Ésta le avisó que iría al centro de la ciudad junto con Pepito y Miguel Martín, a quien conoció tres días antes, mientras hacía labores de construcción al otro lado de su casa, en la colonia Oblatos.

Debido a que no regresaron presentó una denuncia por desaparición el 8 de agosto, por lo que se emitió una Alerta Amber para localizar a ambos.

Una vez que fueron ubicados, Miguel Martín habló con Héctor Gutiérrez “un conocido suyo que trabaja en la Comisión de Búsqueda para decir que Claudia estaba ahí por voluntad propia, era mayor de edad, y entonces se desactivó la alerta porque supuestamente ya los habían localizado”, mencionó Martha.

La afectada insistió en que necesitaba hablar con su hija, pero la autoridad no “me hizo caso”, ni siquiera el “oficial Carrillo que también me pidió fotos de ellos”, y le insistió en que Claudia estaba mal de sus facultades mentales.

Miguel Martin decidió incomunicar a Claudia, quien no sabe leer ni escribir. El sujeto, vía WhatsApp, envió mensajes para amenazar a Martha y le pidió que los dejara en paz.

En pocas ocasiones, Miguel permitió a Claudia mandar mensajes de voz por WhatsApp a su mamá. Sin embargo, él le dictaba al oído lo que tenía que decir, según se aprecia en los audios que reprodujo la señora a Partidero.

Miguel realizaba la misma acción con el niño —quién se escucha angustiado en uno de los audios— e incluso le mandó una foto en que  aparecen Claudia y Pepito sosteniendo una cartulina con un mensaje supuestamente escrito por ella para decir que se encontraban bien.

“Claudia no sabe leer ni escribir y mucho menos usa esas palabras” reitera Martha.

El 12 de octubre recibió una llamada de la Fiscalía de Chapala para preguntarle que si ella era Martha, la abuela del occiso.

Ella se sorprendió con la noticia. Atinó a decir que sí. Cuando fue a identificar el cuerpo, observó que el rostro del menor estaba destrozado y extremadamente delgado.

Martha también vio a su hija, quien ya estaba detenida (se veía más delgada), le pidió perdón y le aseguró que Pepito se cayó de la bicicleta.

Por ello, Martha pide justicia para Pepito “porque era un niño inocente” y que Miguel pague con cárcel puesto que no alimentó a su hija ni a su nieto, y a éste lo mató a golpes”