Tiene razón la presidenta del PJF, Norma Piña (vuelta piñata desde la Presidencia) cuando contradice “la narrativa fácil de que todos los problemas de seguridad y de justicia del País son culpa de los jueces”. Aunque algunos sí. Su origen: testigos, policías y ministeriales que, por negligencia, miedo, impreparación o sobornados, falsean datos o hacen levantamientos favorables a delincuentes de cuello blanco o criminales individuales u organizados. ¿Y las fiscalías? Ausentes o cómplices.
