Guadalajara, radio en quiebra

Alberto Osorio

13 de febrero, 2023.- Por todos lados se lanzan las campanas al viento para conmemorar el día internacional de la radio, cuando en las cabinas y los estudios de las diferentes emisoras de Jalisco se comprueba la ruina material con la que operan la mayor parte de las emisoras y la miseria intelectual que se vive en aquellas emisoras que cuentan con buenos equipos.

¿Quién de los permisionarios o de los concesionarios de ese medio en Jalisco puede presumir de trabajar sus piezas periodísticas en plena libertad o sin presiones de los patrones o de los grupos de poder a los que responden?

¿Cuántas demandas de trabajadores de la comunicación pesan contra la radio en Jalisco?

¿Cuánto tiempo más aguantará la crisis financiera la única emisora propiedad de empresarios locales que opera en Jalisco?
¿Cuántas radiodifusoras de las que transmiten en Jalisco representan los intereses de la sociedad tapatía?

¿Qué decir de la crisis sistemática que se enfrenta en el ejercicio de la libertad de expresión y del rango de perfecta ignorancia que se presume en la radio hablada?

¿Cómo presumir en el mundo que una jefa de información descubrió que en la Rotonda de Jaliscienses Ilustres, alguien le robó una mano a la estatua del muralista, José Clemente Orozco?

¿Cómo justificar que ese “robo” fue denunciado como la gran nota en una de las principales emisoras y que uno de sus experimentados reporteros dio fe de que su jefa de información acababa de que descubrir que Orozco nunca fue manco?

¿De qué manera entender que la radio pública en Jalisco vive secuestrada por los intereses de grupos de poder y que mientras en un lado se defiende al gobierno alfarista, en otro lado prevalece la voz de los intereses de los padillistas?