Hurgar con catalejos

Hurgar con catalejos

Amado Aurelio Pérez

1990aapc@gmail.com

 

Soy el primero, “en saber que la literatura es el pantano en el territorio del pecado” [1]

Me interesa la narrativa que abandona la linealidad, opta por la apertura del relato hacia la multiplicidad, recurre a los principios de asociación, trabaja en el vínculo entre espacios y tiempos disímiles. XXVII Capítulos conforman la novela de Cuauhtémoc Iñiguez Parada, Muertes de lugar Común: todos ellos permiten el análisis y la apreciación que exigen los escritos literarios, porque se da cumplimiento a lo que el autor, en un texto en que se evidencian las conexiones entre dos escrituras: “la del periodismo y la de la ficción”, aparentemente diversas, enlaza un discurso de fecundación, tal como lo habían hecho Agustín Yáñez, en su novela la Creación, y los “Cronistas apasionados del modernismo”, “los escritores testigos de la Revolución Mexicana” y tantos otros autores recordados por el mismo Iñiguez Parada, ejemplos preciosos de las cualidades de la prosa con que trabajó los XXVII capítulos de “Muertes de lugar Común”;  muerte que llega al lector con asombrosa eficacia, produciendo un hecho de empatía que sólo puede lograr el dominio de la narrativa.

Me preguntarás, hipotético lector, ¿se conmueve, emocionado, ante el relato de las mujeres que testifican, la amenaza inminente, que un suceso escalofriante logra con procedimientos discursivos que suelen considerarse atributos del lenguaje literario?  La lengua simbólica a la que pertenecen las obras literarias es por su estructura una lengua plural, cuyo código está constituido de tal modo que cualquier palabra (cualquiera obra), por él engendrada, posee significados múltiples.

El papel de la ciudad como espacio de la acción en la narración en comento, es a lo largo de la historia, la encargada de moldear los imaginarios y construir nuevos significados sobre la ciudad que habitan los personajes: El puerto de Veracruz.

Para adentrarnos en las historias conectadas con sus escenarios y construir vínculos entre la ficción y la realidad; La novela juega con las posibilidades, con el tiempo y con el espacio, presentando versiones imaginarias del Puerto de Veracruz, recreadas  aunque son creaciones ficticias, van sumándose al entendimiento que el lector tiene de la urbe, y se convierten en una capa de esa interpretación subjetiva del espacio urbano que se habita.

Existe un debate entre la literatura de realidad y ficción, y también abundan libros donde se produce la mezcla de géneros, en los que el ensayo y el testimonio personal se confunden, esta discusión acerca de la naturaleza de los géneros narrativos se ha dado siempre, sólo que se está manifestando ahora con mayor intensidad.[2]

Un año después de que aquella escena fotográfica, en el mes de junio 1949. Cuando Alex Klaus aún no era  la materialización en tinta y papel de la novela  que da origen a esta columna, que busco,  sea un lugar de encuentro y dialogo luego de cumplir una década de quiebre no sólo se por los  cambios en el lugar del pensamiento, la cultura y su relación con la política. Que no son tan obvios.

La sola expresión “problemas de la novela contemporánea” provoca algún desconcierto, y cierta escéptica sonrisa. En el lenguaje de la lógica, el concepto problema supone alternativas, respuestas o soluciones; y naturalmente, una reflexión sobre la novela  no puede pretender buscar soluciones: hace cuatro décadas aproximadamente, la Teoría de la Literatura ha sido el campo preferido de las ideologías posmodernas, es decir, de los posestructuralismos, feminismos, neo marxismos, ecocríticas o animalismos conduciendo al conocimiento científico de la literatura en general, a su hundimiento casi definitivo desde un enorme arsenal de tropología y sofismas.

Por lo pronto, se agotó el espacio que me brindan los editores de PARTIDERO, Espero contar con tu complicidad, para continuar glosando a partir del texto literario, diversos propósitos narrativos.

[1] Castañeda Arellano, Juan Antonio: Tres disciplinas (rabiosas) distintas y ninguna verdadera (mayo 2009)

[2] Cuevas Velasco Norma Angélica, Rodríguez M. Isabel, Sánchez Rolón Compiladores Escrituras y representaciones. Segundo Coloquio Nacional de Literatura Jorge Ibargüengoitia (2009).

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