Hurgar con catalejos

Hurgar con catalejos

Amado Aurelio Pérez

1990aapc@gmail.com.mx

Tepari Novela de Gabriel Pacheco

(Primera noticia)

Para atraer a los turistas en el occidente de México, se promueve la cultura de pueblos originarios, na`ayer, odam y se acentúa su “autenticidad” y “exotismo”, en particular de los wixáritaari, en Nayarit y Jalisco.

Los artistas y artesanos huicholes están conscientes de la imagen que reflejan y han sabido desarrollar su artesanía y arte con el turismo. La venta de arte y artesanía huicholes puede ser un negocio lucrativo. (Otros actores buscan apropiarse de la cultura wixàritaari, de su cosmovisión e iconografía, mediante las instituciones gubernamentales, centros de investigación, y la descripción de sus objetos simbólicos).

Afortunadamente, la abundante etnografía de los famosos wixararitaari del occidente mexicano ha roto el tópico que alababa a aquellos hermanos, “artistas y chamanes”, adoradores del peyote, que han preservado la autenticidad de su cultura gracias a una gran  capacidad de distanciamiento con el mundo Teiwarik¡-occidental.

Los autores contemporáneos se han apartado de la fascinación “alucinocéntrica”, cuya moda editorial fue iniciada en los años 1960-1970 por Frust, Castañeda, y otros, seguidos por los aficionados a un esoterismo combinado con el uso de psicotropos.

Prefieren aprehender la cosmogonía wixarika, más allá del vértigo que puede provocar en el espíritu, en sus dimensiones histórica, política y económica (Weigand, 1992; Torres, 2000; Liffman, 2002; Durin, 2003; Téllez, 2006; Fajardo, 2007 Le`mur 2018; Jauregui 1995), y cuando se concentran en su análisis, lo hacen utilizando un sólido aparato conceptual que los preserva de una deriva simbolista desconectada de la realidad social, que pasa por alto los problemas relativos a la inevitable confrontación de los indígenas con el mundo moderno (Neurath, 2002; Lemaistre, 2003; Kindl, 2003; Gutiérrez, 2010; Chamorro 2010). Con sus particularidades respectivas, los enfoques más relevantes entre los estudios sobre la cultura wixaritaari dejan claro que el costumbre (una palabra masculinizada por los indígenas) necesita el concurso del dinero venido del exterior de la comunidad para reproducirse, y continuar dialogando con otros grupos sociales, aunque como apuntan algunos investigadores, entre los wixaritaari la educación suele verse como un mal necesario (Durin 2005; Lamaistre 2004; Rojas 2006) una fuente de conflictos y violencia; pero ellos, tiene conciencia de la existencia de la sociedad  mayoritaria, que los provee de herramientas indispensables en mundo globalizado, lleno de tecnologías que también están al alcance, y les permite hacerse conocer por todo el mundo, a través, de  wixarikaki – xatsikayeri (relato que trasmite identidad).

Sin embargo, lejos de desintegrarse en las olas de la aculturación, la cultura wixàrika resiste, porque es capaz de adaptarse y de transformar los elementos que le fueron impuestos por la colonización, el mestizaje y la modernidad, Denis Lemaitre (2003:192) y Johannes Neurath (2008:255) reconocieron la importancia económica creciente del ganado entre los huicholes.

Carl Lumholtz (1986) veía en el sacrificio del toro el equivalente simbólico de la caza oblativa del venado; por tanto, consideraba al toro como sustituto del venado, hay que reconocer que a este respecto la aportación de Zingg fue más importante. A pesar del bajo relieve teórico de sus análisis, influidos por Lévy-Bruhl, sobre la penetración de la ganadería en la sierra, así como una bonita descripción de la danza del toro, una parodia de tauromaquia que se da en ocasión de las fiestas sacrificiales. Tres decenios más tarde, su compatriota Phil Weigand (1992) proponía la primera etnografía de la ganadería huichol, enfocándose en las relaciones de parentesco y los sistemas de herencia del ganado que implicaba esta actividad; aunque fueran de gran calidad, no abordan el problema del estatuto del bovino en el pensamiento wixarika.

TEPARI, es un texto de los que se ha denominado “literatura indígena”, aquella producción escrita por los propios autores hablantes de su idioma original (lengua materna) o en versión bilingüe (lengua autóctona y español), y que abarca, por otra parte, diversos géneros: teatro, ensayo, poesía, canción, relato, etc. Esta columna, deja en claro el énfasis de la literatura indigenista sobre los nexos existentes entre etnicidad y pobreza, destacando que, de hecho, los indígenas constituyen la clase social más pobre de México, y desde luego, que apenas voy a empezar la lectura atenta de la obra de ‘Iritemai (Gabriel), nació en Xatsitsarie, Nayarit en 1963. Estudió la carrera de Letras y Maestría en Lingüística Aplicada en la Universidad de Guadalajara.

Desde el 2002 coordina el Encuentro Internacional de Escritores en Lenguas Indígenas “Voces de culturas vivas” que se realiza en la ciudad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro

BIBLIOGRAFIA:

ROSSEN LE’MUR

la evolución del arte huichol junto al turismo. Entre apreciación y apropiación Cultural

https://comunicacionysociedad.cucsh.udg.mx/index.php/comsoc/article/download/1779/5012?inline=1

Kindl, olivia, 2003, La jícara huichola. Un microcosmos mesoamericano, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/instituto Nacional de Antropología e Historia/Universidad de Guadalajara (Estudios monográicos), México

téllez Lozano, Víctor Manuel, 2011, Xatsitsarie. Territorio, gobierno local y ritual en una comunidad huichola, El Colegio de Michoacán, Zamora.

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