Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), reconoció que debido a la crisis sanitaria por Covid-19 la Iglesia Católica ha tenido que pedir préstamos para cubrir sus gastos y sobrevivir.
En entrevista detalló que las parroquias enfrentan una crisis económica, la cual se hace cada vez más grave, por lo que le han tenido que solicitar prestado “a todo el mundo”, incluyendo empresarios para así no despedir al personal y mantener el empleo.
También para poder hacer sus pagos correspondientes de agua, luz, alimentación y diversos servicios de albergue que cada parroquia tiene, entre ellos el Hogar para Niños Incurables de Nuestra Señora de la Consolación de Tlalpan y el Asilo de Ancianos de Iztapalapa, los cuales se han visto fuertemente afectados en sus finanzas debido a la falta de donativos.
“Día a día aumenta el número de familias y personas que requieren de asistencia alimentaria por parte de las iglesias. Eso sí nos preocupa de sobremanera; sin embargo, Dios proveerá. Desde hace más de un mes, aproximadamente, pararon las misas, no hay entradas de las parroquias y no hay manera de pagar salarios y servicios”.
Miranda Guardiola confió en que una vez reactivadas las misas, obtendrán los recursos que necesitan para atender los gastos de cada parroquia, ya hasta ahora han optado por mantener al personal que labora ahí con el fin de apoyar el no desempleo.
Con información de El Informador