Migrantes. Foto: John Moore
El Rincón de Clío
Criterios
El 7 de marzo pasado ocurrieron dos sucesos lamentables relacionados con el fenómeno migratorio de centroamericanos a través de nuestro país con rumbo a Estados Unidos.
El primer incidente sucedió en el estado de Chiapas al accidentarse un camión que transportaba setenta personas migrantes de Guatemala rumbo a la frontera norte. El accidente fue en el tramo carretero Francisco Sarabia-Chicoasén, y fue ocasionado por la imprudencia del chofer que no pudo evitar que la unidad de tres toneladas se desbarrancara a una profundidad de cinco metros, causando la muerte de 23 centroamericanos y dejando heridos a 33 más.
Algunos de los fallecidos eran menores de edad y habían contratado deuda de varios miles de dólares para cubrir el pago de coyote que los llevaría al sueño americano, según comentaron los padres de los fallecidos. Esto es una clara muestra de que todos los miembros de una familia se involucran cuando alguien “decide” migrar: hoy varias madres y padres no solo perdieron a sus hijos, sino que deben cubrir la deuda contratada que pagarían sus hijos con los dólares ganados en Estados Unidos.
Casi al mismo tiempo, pero en Tamaulipas, veintidós hombres que viajaban en un autobús de pasajeros de la línea Transpaís, con dirección Tampico-Reynosa, fueron secuestrados por individuos armados quienes abordo de cuatro camionetas detuvieron el autobús cuando circulaba por el ejido Palo Blanco, en los límites con el municipio de San Fernando, donde en 2010 fueron asesinados 72 migrantes (58 hombres y 14 mujeres) en el ejido de El Huizachal.
El comando detuvo al camión y bajaron a 19 hombres, de las 41 personas que iban a bordo, los subieron a sus vehículos y se dieron a la fuga. Hasta el momento no se sabe absolutamente nada de los migrantes. Lo único que queda claro es que no aparecen y que las autoridades estatales y federales se han enfrentado lanzándose mutuas acusaciones sobre la responsabilidad del suceso. A una semana del acontecimiento, ni siquiera atinan a decir el número exacto de los desaparecidos.
De cara a estos acontecimientos queda de manifiesto la vergonzosa indolencia del gobierno y de la sociedad civil frente a los cientos de miles de personas migrantes que atraviesan la violenta e inhumana frontera vertical mexicana. De forma sistemática no solo se continúa materializando la criminalización, discriminación y victimización de los exiliados económicos, sino que se recrudece la creciente invisibilización de las personas migrantes, con lo cual aumenta exponencialmente el peligro que envuelve su penoso andar en busca de su futuro.
@contodoytriques