Jalisco en el más profundo abismo

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Una larguísima estela de violencia ha marcado a la actual administración. Una profunda huella de dolor quedará tatuada para siempre en el rostro de los deudos de miles de víctimas heridas, torturadas, asesinadas o desaparecidas.

Un reproche, agrio, amargo y doloroso recordará permanentemente que hubo un gobierno que desperdició miserablemente seis años y que poco aportó para la seguridad y la tranquilidad del estado.

Todos los índices de violencia y de homicidios quedarán rotos en el cierre del gobierno del priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.

Sólo 30 días le restan a la actual administración y el balance es totalmente adverso en áreas esenciales de gobierno como la prevención del delito, la procuración y la administración de justicia.

Fue una apuesta demasiado arriesgada, muy poco razonable, que durante todo el sexenio consintió la acumulación desmesurada de poder en una sola persona -atada directamente a los humores e intereses del Gobernador Sandoval Díaz-, a quien se le endosaron delicadas y trascendentes tareas como la prevención del delito, la administración de las cárceles estatales y la procuración de justicia, en una institución que desde el principio mostró fragilidades y distorsiones.

Producto de una apresurada reforma constitucional (entre enero y febrero de 2013) se creó la Fiscalía General de Jalisco, que estrenó Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, y a la cual llegaron después otros tres titulares: Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, Raúl Sánchez Jiménez, que dejó el cargo el reciente miércoles 17 de octubre del 2018 en manos de Marisela Gómez Cobos, quien concluirá su periodo con la actual administración el próximo miércoles 5 de diciembre de 2018.

La Ley Orgánica de la Fiscalía General de Jalisco, aprobada por el Congreso local el 24 de febrero del 2013, para entrar en vigor el 1 de marzo del mismo año -día de la toma de posesión del Gobernador Sandoval Díaz-, establecía en su artículo 1 las facultades y responsabilidades de la nueva dependencia en materia de seguridad pública.

“La Fiscalía General del Estado es la responsable de la Seguridad Pública y Procuración de Justicia (…) Tiene a su cargo la institución del Ministerio Público y es la encargada de conducir las funciones de la investigación de los delitos, de la seguridad pública, de mantener el orden y la paz pública, de la conducción y mando de las policías (…)”.

Nájera Gutiérrez de Velasco estuvo al frente de la Fiscalía General desde el viernes 1 de marzo del 2013 hasta el lunes 6 de julio del 2015, cuando fue relevado por Almaguer Ramírez, quien fue titular de la dependencia hasta el lunes 13 de noviembre del 2017. Le sustituyó Sánchez Jiménez.

El martes 13 de febrero del 2018 Nájera Gutiérrez de Velasco regresó a la administración estatal como titular de la Secretaría del Trabajo. El lunes 21 de mayo atentaron contra su vida en un restaurante ubicado en la equina de Morelos y Chapultepec, en Guadalajara. Según la Fiscalía participaron en el ataque por lo menos 12 pistoleros. Nájera salió ileso y renunció a su nuevo cargo el jueves 31 de mayo del 2018.

“Estadísticas de la Fiscalía revelan que el pasado octubre, con 196 homicidios (en Jalisco), rompió el récord como el mes con más asesinatos en 21 años de registros. De hecho, el récord anterior los tenía septiembre de 2018 con 185 carpetas de investigación abiertas por homicidios dolosos”, reseñó este domingo 4 de noviembre del 2018 el periódico Publimetro.

“Con estas cifras se revela que a dos meses de terminar 2018, (Jalisco) supera por casi 200 homicidios a 2017 que era el año con el récord de más homicidios dolosos en la historia de la entidad”. Hasta el cierre de octubre se habían cometido mil 599 homicidios en Jalisco.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante la actual Administración estatal, en homicidios dolosos Jalisco aparece siempre entre los primeros lugares del País: quinto en 2014 (con mil 37 asesinatos); tercero en 2015 (con mil 151 asesinatos); sexto en 2016 (con mil 289 asesinatos) y sexto en 2017 (con mil 580).

De 48 meses, entre enero de 2014 y diciembre de 2017, los meses más violentos en Jalisco habían sido del calendario pasado: mayo con 136 homicidios dolosos; agosto con 150; octubre con 154; noviembre con 151 y diciembre con 152.

 

Lo que mal empezó…

Pese al enorme poder que tuvo en sus manos, hechos delictivos muy violentos marcaron el paso de Nájera Gutiérrez de Velasco por la Fiscalía General de Jalisco.

El jueves 19 de marzo del 2015, en Ocotlán, una banda criminal atacó un convoy de la Gendarmería Nacional y en la confrontación hubo 11 muertos: cinco policías preventivos, tres presuntos pistoleros y tres civiles inocentes. La Policía Preventiva Estatal llegó tarde al rescate.

El lunes 6 de abril del 2015 un convoy de la Fuerza Única Regional (FUR) fue emboscado por delincuentes en la Carretera Mascota-Las Palmas, cerca de San Sebastián del Oeste. Murieron 15 policías estatales y cinco más quedaron heridos.

El viernes 1 de mayo del 2015, en las inmediaciones Casimiro Castillo ocurrió un enfrentamiento entre elementos del Ejército y pistoleros que presumiblemente protegían al capo Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Los delincuentes derribaron un helicóptero y mataron a ocho militares.

Sólo ese día hubo 39 narco bloqueos -atribuidos al crimen organizado- que afectaron a siete Municipios de la Zona metropolitana de Guadalajara y 18 del resto del estado: 5 gasolineras incendiadas, hubo daños en 11 sucursales bancarias, 19 detenidos, 19 lesionados, 26 rutas de transporte afectadas, 36 vehículos quemados y 2 comercios dañados.

 

Violencia y desaparecidos

En el tránsito de las administraciones estatales del panista Emilio González Márquez (2007-2013) y el nuevo mandatario priista Sandoval Díaz (2013-2018) hubo hechos delictivos graves que ilustraban la fragilidad de la prevención del delito y de la procuración de justicia en Jalisco.

Entre el sábado 9 de noviembre y el domingo 1 de diciembre de 2013, la Procuraduría General de la República desenterró 67 cadáveres de fosas clandestinas en la orilla del Río Lerma, cerca de La Barca, Jalisco. Cuerpos con impactos de bala, señales de tortura y mutilados. El miércoles 15 de enero de 2014, la PGR informó de siete cadáveres más, para sumar 74 víctimas.

Entre el martes 3 y el viernes 6 de diciembre de 2013 fueron exhumados de fosas clandestinas otros 17 cadáveres, en la periferia de Zapopan. La mayoría de las víctimas murió por asfixia, según peritos.

El sábado 22 de febrero de 2014, la Fiscalía General del Estado informó que fueron encontrados los restos de 19 personas en fosas clandestinas a tres kilómetros del entronque de la Carretera a Cajititlán y la Carretera a Chapala, en las inmediaciones de La Calera, en Tlajomulco de Zúñiga.

El sábado 1 de marzo de 2014 fueron extraídos de fosas clandestinas los cadáveres de otras seis personas, en las inmediaciones del Cerro de El Gato, en los límites de El Salto y Tonalá. Sumaron 116 cadáveres encontrados en fosas clandestinas en ese periodo.

En la nota que apareció en Publimetro este domingo 4 de noviembre se agrega: “Un factor que disparó los homicidios en octubre (del 2018) fueron las fosas clandestinas localizadas en Tonalá y San Juan de los Lagos con 16 y 19 cuerpos respectivamente. De los mil 599 homicidios totales (perpetrados en Jalisco) este año, 92 son cadáveres localizados en fosas clandestinas”.

Jalisco es el tercer estado del país con más desaparecidos, según cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, que elabora el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dependiente de la Secretaría de Gobernación. Hasta el 31 de octubre de 2017, los datos más consolidados oficialmente, el primer lugar nacional en personas desaparecidas lo tenía Tamaulipas, con 5 mil 991; en el segundo lugar aparecía el Estado de México, con 4 mil 217 personas a las cuales se les ha perdido todo rastro y el tercer lugar era para Jalisco, con 2 mil 971 desaparecidos.

En Jalisco no habrá final feliz para el sexenio de Jorge Aristóteles, quien hundió a la entidad en un profundo abismo de dolor, inseguridad y violencia.

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