Juan Gelman

Juan Gelman

Josefina Reyes Quintanar

Poeta argentino comprometido con su contexto político, gran parte de su poesía esta permeada de su experiencia como militante y guerrillero. Fue uno de tantos que padeció las consecuencias de la dictadura y el exilio. Esencial es conocer un poco de su vida para comprender mejor su obra literaria.

Para Gelman la poesía es resistencia, es un rechazo a ese mundo sombrío de la actualidad lleno de mercantilismo, donde se nos quiere amputar el espíritu, donde la enajenación es primordial para tenernos cautivos al autoritarismo. La sociedad de su época fue consciente de que la poesía enriquece a quien la lee y es herramienta fundamental para descubrir espacios interiores que no sabríamos que existen y que es vital tenerlos y conocerlos.

Este poeta, ensayista, periodista y traductor salió de Argentina, su país de origen, en 1975 debido a la dictadura militar y vivió exiliado en distintos países, fijando finalmente su residencia en México. Fue el cuarto argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes (después de Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato y Adolfo Bioy Casares). Fue preso junto con un grupo de escritores por pertenecer al Partido Comunista. Miembro de la organización guerrillera peronista argentina Montoneros y entre los años 1973-1979 sirvió como secretario de prensa para Europa y trabajando como traductor de la UNESCO. En el año 1983 al ganar elecciones el gobierno democrático, existía la persecución judicial de los miembros de Montoneros, por lo que al tener orden de captura ya no regresó a su país.  Fue hasta 1988 que dicha orden quedó sin efecto y Gelman pudo regresar a la Argentina después de 13 años de ausencia, pero decidió radicarse en México.

En 1989 fue indultado por el presidente Carlos Menem junto a otros exintegrantes de organizaciones guerrilleras, Gelman rechazó la medida y protestó diciendo “Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos”. Uno de los grandes golpes en su vida fue el secuestro de sus hijos Nora y Marcelo de 19 y 20 años respectivamente y de su nuera quien se encontraba embarazada de 7 meses, hecho ocurrido en 1976. Solo su hija fue puesta en libertad. En 1990 el equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo y hasta 1998 Gelman descubrió que su nuera había sido trasladada a Uruguay y estuvo mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña. Como consecuencia entabló una investigación en los estados argentino y uruguayo para encontrarla. Su nieta, de nombre Macarena, fue encontrada en el año 2000 y Gelman pudo reunirse con ella.

La obra de Gelman inicia desde su temprana edad, haciendo sus pininos a los 9 años. A los 11 ya publicaba sus primeros poemas y en los años 50’s inicia su carrera como poeta. En el periodo de 1973-1980 no publicaría ningún libro. Fue a finales de los años ochenta que nuevamente es prolífica su obra. Sus poemas están llenos de lucha contra la dictadura, del exilio, de sus muertes; del dolor que lleva dentro. Su vida y poesía siempre van entretejidas. Más de 30 obras entre libros de poesía, prosa y antología conforman su acervo. Entre los más destacados se encuentran: Gotán (1962), Cólera buey (1965), Carta a mi madre (1989), Salarios del impío y otros poemas (1993) y Hoy (2013), el último de sus libros y uno de los más dolorosos, cuyos versos empezaron a formarse con el reencuentro de su nieta, con el pensar de su hijo y nuera, su desaparición, su tortura, su pérdida.

En enero de 2014 fallece en la Ciudad de México y se le despidió con un homenaje en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris cumpliendo sus dos deseos, que lloviera poesía y que le compusieran un corrido, del cual se encargó su amigo Oscar Chávez.

 

Hay que aprender a resistir.

Ni a irse ni a quedarse,

a resistir,

aunque es seguro

que habrá más penas y olvido.

 

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