Como alcalde tapatío -tras seis años de regentear Zapopan-, Pablo Lemus compró en el extranjero un carrusel (volantín, llaman en mi pueblo) a precio exorbitante que, de haberse hecho aquí, costaba la tercera parte. Vimos que al hoy gobernador gusta de llamar la atención, apantallar, ilusionar con cosas baladíes y “percepciones” -no sé si haciendo negocios-, al estilo de un jeque, con patrullas de alta gama y, obvio, a costos elevadísimos. Con razón, el activista Raúl Muñoz Delgadillo califica de “insulto a la inteligencia”.