¿La 4T le cumple el sueño a Qucho?

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Por Alberto Osorio

13 de febrero de 2022.- Polémico ante los ojos de los que gobiernan desde la Cuarta Transformación 4T, la misma que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y molesto para el gobierno de Enrique Alfaro Ramírez y sus personeros, así es el cartonista Saúl Herrera, conocido como Qucho, pieza clave en el trabajo de Partidero.com.

Apenas en 2018 soñaba con trascender en el ámbito nacional como una voz crítica y reflexiva en la caricatura y ahora en febrero de 2022, cumple su sueño, aunque a la mala, al aparecer en Quién es quién en las mentiras.

Qucho está en la lista de los periodistas incómodos en esa especie de reality show, montado desde la rueda de prensa de la “mañanera”, cuyo objetivo es cuestionar el trabajo de los hombres y las mujeres que no concuerdan con el ánimo de aplaudir al gobierno obradorista.

Aparece en el octavo lugar de los cuestionados, en una numeralia en donde, por cierto, también está su compadrito del alma Osvaldo Monos, ambos jaliscienses, tapatíos y compañeros de parranda y de profesión, el primero seguidor del Guadalajara y el segundo del Atlas

Es egresado de la preparatoria número 7 de la Universidad de Guadalajara, exvecino de El Batán, admirador de la obra literaria de Juan Rulfo y amante del Llano grande en el Sur de Jalisco.

A sus 45 años, se describe a sí mismo bajo el signo de Virgo, como un extrabjador de un restaurante porque le gusta la cocina, se dice fan de las cervezas y las tortas ahogadas y apasionado de su trabajo.

“En mi familia se reconocen los antecedentes de parientes que vivieron de la caricatura. Me encanta mucho pasar el tiempo en familia, me gusta hacer amigos y gozar de una buena charla”.

Con antecedentes genéticos de caricaturista por línea materna, su bisabuelo Cayetano Caloca y su tío abuelo Rodolfo Caloca, moneros de profesión; Saúl Herrera “Qucho” dice que ha preferido no mezclar el parentesco para hacerse de un espacio con su trabajo y “ganarme un lugar como líder de opinión”.

Influenciado por el humor y la caricatura política, Saúl Herrera creció con el humor político de La Garrapata y en la cercanía de libros de Rius, “siempre estaban en casa, conviví desde chiquito con ese tipo de humor e historietas y le empecé a agarrar gusto”, revela.

Recuerda que no son pocos los funcionarios de primer nivel que brincan con sus cartones y caricaturas, dice que por eso a cada rato le llegan invitaciones a comer, desayunar o a tomar un café, pero según su dicho, ninguna de esas cortesías, logran convencerlo de ser un cartonista “cariñoso” con los políticos y funcionarios de moda a través de sus cartones.

Una de las cosas que le toca aprender en su profesión de cartonista, es la de hacer reír, “así me gustaría que en 20 o 30 años quiero que me recuerden por haber hecho reír los ciudadanos o porque se vieron obligados a reflexionar con la presentación de alguno de mis cartones”, admite.

Pero también debe tener el temple necesario para conmover a la población con sus caricaturas, sin importar que de por medio, muchas veces, termine metido en el llanto al igual que sus lectores.

“Sabemos hacer reír, se supone que ese es nuestro trabajo. Por desgracia, la crisis humanitaria que se vive en el país a raíz de la guerra contra el narco o la lucha entre bandas del crimen organizado y el problema de los llamados daños colaterales, nos convierten en cualquier instante en nuevas víctimas de la violencia o en parte de la estadística de una guerra que nadie sabe cuándo o de qué manera se podrá parar”.

Los cartones que más le gustan a Qucho son “los reflexivos, cuando logró coincidir con lo que piensa y siente la gente”, aunque reconoce que también disfruta cuando logra hacerlos reír “es padre hacer reír, pero está mejor cuando los haces reflexionar”.

El primer dibujo que recuerda haber hecho con mucho éxito fue un Hidalgo para una tarea, en lugar de pegar la estampita comprada en la papelería, la dibujó e iluminó y recibió felicitaciones.

Sus primeros cartones, aunque no oficiales, en la secundaria y ya en la preparatoria, participaban en el periódico Mural escolar. Pese a su capacidad e influencia de caricaturista, Qucho inició como ilustrador, poco después de haber iniciado la licenciatura en artes plásticas, pero “deserté porque cuando estaba en la carrera me salió la oportunidad de trabajar en los medios, una amiga me recomendó que fuera a un periódico Siglo 21 y al día siguiente me llamaron, los horarios no eran compatibles, era cuando se trabajaba en las redacciones, salía 3 o 4 am de la mañana y era difícil levantarme para entrar a la escuela a las 7 am”.

La primera caricatura oficial y pagada a Qucho fue en 1997 por Siglo 21, tras la publicación de la caricatura al novelista español Juan Marsé, quien fue galardonado en la Feria Internacional del Libro con el premio Juan Rulfo, paradójicamente ese personaje, al que tanto admira.

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