El colectivo Luz de Esperanza dice que cada 24 horas en Jalisco desaparecen 70 personas, una tragedia que golpea a más de 14 mil familias y donde los alcaldes emecistas resultaron intolerantes. En Tlaquepaque la policía de Citlalli Amaya detiene a una madre por pegar cédulas de búsqueda; en Zapopan, el gobierno de Frangie arranca o pinta de negro esos letreros y en Guadalajara, el alcalde Lemus deberá pagar 100 mil pesos por negarse a reinstalar el antimonumento a la corrupción “5J”. Jalisco es la capital nacional de los desaparecidos, en un gobierno Alfarista donde su gobernador y alcaldes pretenden también desaparecer la lucha de las madres buscadoras.