La fiesta para los seguidores del Atlas no terminó con el campeonato. La ciudad se vistió de rojo y negro y dio paso a la caravana en la que los jugadores atlistas convivieron y agradecieron el apoyo de su afición.

Todo comenzó con una misa en la Catedral de Guadalajara, donde jugadores, auxiliares, cuerpo técnico, familiares y directivos, se reunieron para agradecer por los resultados obtenidos.

El capitán Aldo Rocha fue uno de los primeros en hacerse presente mostrando el trofeo a los más de mil 500 seguidores que se dieron cita y que pacientemente esperaban atrás de las rejas.

Acudieron el alcalde tapatío, Pablo Lemus; el presidente deportivo de los Zorros, José Riestra; además de Alejandro Irarragorri, como cabeza principal del Grupo Orlegi.

Terminada la misa, los jugadores abordaron un camión para recorrer el corazón de Guadalajara donde los aficionados los vitorearon al paso.

Salieron de catedral y llegaron hasta la glorieta de los Niños Héroes, también conocida como de los Desaparecidos, donde en un templete cantaron, bailaron y convivieron con miles de aficionados que tomaron uno de los puntos más importantes y significativos de la ciudad.