La danza incansable de nuestra derecha
Juan M. Negrete
Acaba de aparecer en medios, una serie de reportajes sobre personajes cuya definición o alineación en el tablero político es motejada de derecha. Nuestro buen AMLO insiste en llamarles conservadores, como se estiló en los tiempos de don Benito Juárez. Esto es mero anecdotario de denominaciones. El hecho duro es que tal facción ideológica no sólo sigue viva y actuante entre nosotros sino que ha ocupado las altas tribunas que se disputan como la representación legal de los puestos del poder público. Las fuentes son Wikileaks y Contralínea. Retoman la información medios conocidos como Proceso y Polemón. Veamos algunas pistas.
Proceso da un apunte de organizaciones que pueden identificarse operando en varios países, entre los que México hace punta. Dos de ellas, Hazte Oír y Citizen Go, han tejido una amplia red en medio centenar de países. Su estructura más pesada entre nosotros es mantenida en las catacumbas del PAN sobre todo, pero también se ocultan entre los pliegues de los hábitos de la jerarquía eclesiástica católica, en el seno de ciertas universidades y del así llamado empresariado mexicano. Se filtran nombres que no nos resultan desconocidos o nuevos, como el Yunque, Yo influyo, Red Familia, Incluyendo México y algunas plantillas soterradas en la UP, en el ITAM y en el ITESM.
Los informantes refieren la existencia de más de 17 mil archivos de Hazte Oír (HO) y de Citizen Go (CG), en los que se encuentran donantes, agendas y estrategias de penetración. El espectro de su influencia se extiende a medio centenar de países. Aquí nos andamos llevando la palma con el hecho de ser el nido del Yunque, espectro que no sólo sirve de ejemplo y forma operativa a los demás, sino por haber alcanzado ya las altas magistraturas del estado. Se le tiene como a un modelo exitoso. Desarrolla la capacidad de obtener recursos abundantes para que estas organizaciones existan y operen.
El presidente de la organización Yo Influyo viene siendo Fernando Sánchez Argomedo. Como directora general mencionan a rosa Martha Abascal Olascoaga, la hija mayor de Carlos María Abascal Carranza, que fue secretario de gobernación de Vicente Fox. Los nombres de Margarita Zavala y de su hermano Juan Ignacio son señalados también como participantes muy activos de este núcleo. No hará falta aclarar que Margarita es la esposa de Felipe Calderón y su hermanito Nacho, el cuñado.
El año del 2004, Fox les abrió las puertas a estos grupos para que organizaran lo que llamaron un congreso mundial de la familia (WFC, por sus siglas en inglés). La intangible señora, doña Marta Sahagún de Fox, fue oradora en el primer día de conferencias. Tal vez no tengan mucho por presumir con tales participaciones, pero ocupó los micrófonos por tratarse de un personaje encumbrado en el poder nacional, por el momento.
En un foro distinto, organizado con banderas de reivindicación feminista, invitaron a esta misma señora con el mismo fin de revestir de galanura al evento. La tal Martita se aventó la puntada de que se inscribiera con letras de oro para el rescate de su memoria a la poetisa, la rabina gran Tagore. Por supuesto que se estaba refiriendo al mundialmente conocido poeta hindú: Rabindranath Tagore. Quién sabe qué burradas haya dicho en su participación de ese tal WFC. Pero por tales pistas ha de haber transcurrido su perorata.
En España Mariano Rajoy dio a esta cáfila el mismo cobijo que los panistas mexicanos en el poder, aunque luego estos intransigentes conservadores o ultraderechistas rompieron con él por no ser lo suficientemente duro en la ‘defensa de sus valores’. ¡Ni la burla perdonan! Regresando a sus avatares en nuestro país, hay que señalar que de sus hornos continúan saliendo teleras cada vez mejor cocinadas e imbricadas de sus discursos fanáticos insufribles como los diputados panistas Rodrigo Cortés Jiménez y Ana María Jiménez (poblanos) por mencionar unas cuantas muestras nada más.
Los postulados, que presentan como banderas en su lucha para triunfar en su guerra por la cultura, dicen enarbolar los valores familiares dizque cristianos. Atacan abiertamente los esfuerzos por despenalizar las prácticas del aborto. Y su cruzada central va dirigida abiertamente contra la comunidad de la diversidad sexual, de la que no toleran que ni les sea mencionada. Todo lo que huela a esfuerzos por conseguir igualdad de derechos entre hombres y mujeres, les resulta anatema. Son antiabortistas pues, racistas, sexistas, elitistas y más sandeces de este tipo. Pero además se declaran militantes activos del catolicismo, con lo que le brindan flaco favor a esta institución milenaria, que bien haría en deslindarse de tales ‘cruzados modernos’ suyos.
No presumen como éxito haber instalado un equipo en el máximo sitial del poder en nuestro país, cuando nos entronizaron al ranchero chido, Vicente Fox, y luego a Calderón. Podrían hacerlo. Pero, aún como logro meritorio, es trofeo menor comparado con la perversidad de haber borneado al PRI, que inició como un partido revolucionario, luego lo modificaron a centrista, hasta convertirlo en una instancia de derecha y finalmente de ultraderecha, neoliberal y nefasta, con el plus de que una gran cantidad de mexicanos siguiera votando por tal engendro. Esto sí que es una hazaña política de deformación y simulación política que exige darle seguimiento. Buscaremos de hallarle la cuadratura al círculo en futuras colaboraciones. Gracias.