Por: José Díaz Betancourt
En este mismo momento decenas de expertos en informática laboran intensamente en modo “godin”para suplantar personas, hackear cuentas, clonar tarjetas y tramitar créditos apócrifos .entre un largo catálogo de delitos cibernéticos que las autoridades no pueden bloquear por estar rebasadas y no contar con más datos.
En el lapso del 1 de diciembre de 2019 al 30 de septiembre de 2023, se denunciaron 39 mil 633 fraudes ante la Fiscalía del estado. Se estima que el número de delitos aumenta cada año y que la cifra “negra” de quienes no denuncian porque estiman que no se hará nada, no están informados de dónde hacerlo o que no tienen voluntad para acudir a las oficinas “donde se pierde demasiado tiempo” es incalculable.
Los ciberdelincuentes están cada día más capacitados para ingresar a los recursos ajenos desde las redes sociales, dispositivos, cuentas bancarias, cuentas en línea y correos electrónicos.
La existencia de un buró de seguridad en la Fiscalía de Jalisco llamada policía cibernética adolece de las mismas condiciones de burocracia y accesibilidad de los delitos comunes así´que la mejor forma de protegerse de este delito es por su propia cuenta, preguntando aquí y allá y por supuesto en internet, cómo defenderse eficientemente porque hasta ahora los resultados de esta dependencia no son significativos, ni mucho menos, inhibitorios.
Pilón
Cándidas e inocentes medidas de los ayuntamientos de Zapopan y Tlaquepaque para controlar los abusos y agandalle a los visitantes que llegan en sus autos a las Fiestas de Octubre y a la Exposición Ganadera respectivamente, son tan “ternuritas” las medidas que más bien parecen ser socios. de vecinos y “viene viene”.