EL LEGADO DE CORNEJO FRANCO

La historia de Jalisco en el siglo pasado, es rica de personajes que cimentaron el mundo que ahora vivimos. Uno de esos pilares es José Cornejo Franco, quien destacó en la cultura y el pensamiento, a la vez que cultivó la historia y vivió para los libros. Formó además una generación excepcional con su enseñanza y sus ideas ilustres.

Participó desde joven en la Universidad de Guadalajara, prácticamente desde su creación con personajes como Guadalupe Zuno, Enrique Díaz de León, Constancio Hernández Alvirde, Irene Robledo y Silvano Barba González, que entre otros la crearon.

En el contexto internacional la Universidad fue acompañada en su creación por las universidades española de Salamanca, de París, de México y la norteamericana de California. Por su parte Cornejo Franco, con su formación de historiador mantuvo una cercana relación con personajes de enorme figura de ésta última, como el profesor del campus de Berkeley Herbert Ingram Priestley, por cuya intervención obtuvo copia del libro III de la Crónica Miscelánea de la Sancta Provincia de Xalisco de Fray Antonio Tello, para su publicación.

La presencia de Cornejo Franco se manifiesta en la Universidad de Guadalajara, no solamente como profesor, sino en su influencia en nuevas generaciones de profesores y funcionarios, de manera determinante a partir de la creación de la Preparatoria Tres en el año de 1963.

La Preparatoria Uno, llamada en su primera época Preparatoria de Jalisco desde antes de ser incorporada a la estructura de la Universidad, estaba integrada por lo que pudiéramos llamar la generación que creó la Universidad y que posteriormente dio origen como apéndice, de funcionarios y profesores en 1962 a la Preparatoria Dos, que tuvo como primer director a un ex director de la Preparatoria de Jalisco.

Por su parte el primer director de la Preparatoria Tres, fue Alberto Rosas Benítez, el secretario Reyes Rodolfo Flores Zaragoza y la plantilla de profesores fue afín a Cornejo Franco, que por identificación eran personas de alta calidad humana, profesional y salvo excepciones, de vasta cultura e inteligencia. Esta Preparatoria creó sin proponérselo, una nueva o segunda generación de pensadores de la Universidad, con personalidad propia y un tanto distante de la ideología de izquierda, con que se formó inicialmente la Universidad.

José Luis Lamadrid Souza, uno de los personajes de mayor solidez cultural egresado de la Universidad de Guadalajara, sostenía que los herederos culturales e ideológicos, entiéndase por este término liberales, de José Cornejo Franco, eran Alberto Orozco Romero gobernador de Jalisco de 1971 a 1976, Alberto Rosas Benítez en la Preparatoria Tres por pocos meses, de donde habría de emigrar a la Secretaria General de la Universidad de Guadalajara, Reyes Rodolfo Flores Zaragoza que sustituyó a Rosas Benítez en la dirección de la Preparatoria y el propio Lamadrid Souza, quien se convirtió en pupilo del ilustre Jesús Reyes Heroles.

Otras opiniones incluyen a Adalberto Navarro Sánchez literato, Juan López Jiménez, José Parres Arias, León Aceves Fernández, Víctor Manuel Santana e Ignacio Villaseñor. No sería descabellado incluir en la lista a Francisco Ayón Zester hijo de un amigo cercano de Cornejo Franco, quien desde niño lo conoció y trató y que perteneciera a la plantilla de profesores de la propia Preparatoria Tres. Posteriormente fue director de la Facultad de Filosofía y Letras, en su carácter de historiador reconocido y también amante de los libros.

En sus mocedades dirige Cornejo Franco la revista estudiantil Bohemia y escribe para La Gaceta de Guadalajara. Fue de los primeros colaboradores de la revista Banderas de Provincia de Agustín Yáñez Delgadillo y un grupo de intelectuales jaliscienses. También escribe importantes colaboraciones para la revista Ecos.

Al fundar Guadalupe Zuno la Universidad de Guadalajara incorpora a los mejores hombres de la intelectualidad de Jalisco, entre ellos está Cornejo Franco. Enrique Díaz de León su amigo, a quien apodaban el liberal, al ocupar la rectoría por tercera ocasión, lo designa director de la Biblioteca Pública del Estado. En la Escuela Preparatoria de Jalisco atiende las cátedras de Literatura e Historia de México. En 1957 se le concede el título de Maestro Honorario Vitalicio junto con su viejo maestro y amigo don Agustín Basave.

Designa Ixca Farías a Cornejo Franco subdirector del Museo del Estado, al tiempo que enseña literatura Española e Historia de México en la Escuela Normal de Jalisco. Edita el boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. En los años 1942 y 1946 en la Casa Font edita los libros tercero y cuarto de la primigenia crónica del franciscano Fray Antonio Tello, para lo que obtiene el apoyo de los doctores Carl Sauer y Priestley y la ayuda de la biblioteca John Carter Brown.

Inicia en 1945 la serie editorial del Banco industrial de Jalisco con La Calle de San Francisco. Ingresa el 8 de mayo de 1950 a la Academia Mexicana de la Historia. En su tesis sobre la tradición cultural y política de Guadalajara establece:

“A pesar de la disciplina y los votos, en el clero, tanto secular como regular, se manifestó el mismo resquemor criollo, con frecuencia agresivo y violento. Esta condición burguesa favoreció la formación cultural de nuestra gente, gracias a los Colegios de Santo Tomás – 1586 – y de San Juan – 1697 – regenteados por los padres de la Compañía de Jesús, hasta su expulsión en 1767, y al Seminario Conciliar de Señor San José, fundado en 1700”.

De Cornejo Franco, afirmaría Francisco Ayón Zester, uno de sus discípulos distinguidos:

“Había forjado ya un prestigio tal, que sus tareas de historiador, bibliófilo, maestro, incomparable charlista, erudito y académico, eran galardones inherentes a su persona. Por eso fue un verdadero señor de la cultura, auténtico varón en las tareas de la inteligencia, en suma, un bastión, el más fuerte de la modernidad, para el pensamiento jalisciense.”