Puntos y Contrapuntos
Criterios
La izquierda de Jalisco nunca ha ido al paraíso en los más recientes 40 años. Y de los tiempos heroicos y románticos, muy poco queda. En esta época de ideologías extraviadas, irreconocibles y desfiguradas, la mayoría de los dirigentes de la genuina e histórica izquierda jalisciense ya están retirados o muertos.
El último vestigio que queda de la izquierda histórica en Jalisco, que tuvo un desempeño electoral muy modesto en las últimas cuatro décadas, se desmorona debido a la accidentada y permanente caída del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que prácticamente ha desaparecido en tierras jaliscienses.
Los primeros pasos electorales de la izquierda en Jalisco tuvieron modestos resultados en los comicios locales del 2 de diciembre de 1979, apenas unos meses después de que el histórico Partido Comunista Mexicano (PCM) logró por primera vez su registro oficial.
El último respiro de esa izquierda que heredó hasta el registro oficial del histórico Partido Comunista Mexicano, para sobrevivir hasta nuestros días, fue en el 2009 cuando ganó su primera y única alcaldía en la zona metropolitana de Guadalajara.
Después, todo fue una crónica de desastres electorales, hasta que sus aliados circunstanciales de la socialdemocracia y de la derecha, le dieron vida artificial con triunfos electorales engañosos y posiciones de representación proporcional en los más recientes comicios del domingo 1 de julio del 2018, al amparo de la Coalición Electoral que formó con los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC).
La referencia electoral más reciente de la izquierda en México y en Jalisco se remite, oficialmente, a las últimas cuatro décadas, aunque las luchas del histórico PCM estén reseñadas desde 1919, año de su fundación, algunas de las cuales pueden consultarse en ediciones originales, facsimilares o microfilmadas del periódico El Machete, entre 1924 a 1938, que se conservan en la Hemeroteca Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El registro
En la sesión de la Comisión Federal Electoral del miércoles 3 de mayo de 1978 se leyó el dictamen de la Subcomisión Dictaminadora fechado el viernes 28 de abril del mismo año, en el cual se daba curso a la aprobación del registro oficial del Partido Comunista Mexicano (PCM), para participar de manera condicionada en los comicios federales a realizarse el domingo 1 de julio de 1979.
El presidente de la Comisión Federal Electoral (CFE) era entonces el priista Jesús Reyes Heroles, quien al mismo tiempo cumplía la función de Secretario de Gobernación (estuvo en el cargo de 1976 a 1979) en la Administración del presidente de la República, José López Portillo y Pacheco.
El representante de la Cámara de Senadores ante la CFE era el jalisciense Arnulfo Villaseñor Saavedra (falleció el 19 de abril del 2005), quien dos años después llegaría a la Alcaldía de Guadalajara para el periodo 1980-1982.
En las elecciones federales del 1 de julio de 1979 el PCM llevó a varios de sus militantes a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Ese año llegaron al legislativo federal como diputados plurinominales (de representación proporcional), por el PCM, personajes como: Alejandro Gazcón Mercado, Roberto Jaramillo Flores, Ramón Danzos Palomino, Othón Salazar Ramírez, Sabino Hernández Téllez, Valentín Campa Salazar, Carlos Sánchez Cárdenas, Antonio Becerra Gaytán, Santiago Fierro Fierro, Arnoldo Martínez Verdugo, Gilberto Rincón Gallardo, Manuel Stephens García, Gerardo Unzueta Lorenzama, Evaristo Pérez Arreola, Manuel Arturo Salcido y Pablo Gómez Álvarez.
También fue diputada federal plurinominal por el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) la célebre Dolores Vidrio Beltrán (nacida en Guanajuato, pero avecinada en Jalisco), y otros personajes que se desdibujarían con el tiempo, como Alejandro Moreno Berry, Pedro René Etienne Llano, Graco Ramírez Garrido Abreu y Jesús Ortega Martínez.
En la sesión del viernes 31 de agosto de 1979 se aprobó el registro definitivo del PCM, del Partido Demócrata Mexicano (PDM) y del PST, luego que los tres lograron el mínimo de la votación nacional requerida: 1.5 por ciento. El PCM logró 675 mil 677 sufragios, para el 4.87 por ciento de la votación nacional; el PDM sumó 283 mil 232 votos, para el 2.04 por ciento y el PST obtuvo 280 mil 573 votos, para el 2.02 por ciento.
El primero y único representante del histórico PCM ante la Comisión Federal Electoral fue el jalisciense Samuel Meléndrez Luévano (también líder histórico de la izquierda en Jalisco), desde noviembre de 1978 hasta noviembre de 1981.
El PCM fue la base del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), al fusionarse el 7 de noviembre de 1981 con el Movimiento de Acción y Unidad Socialista, el Partido del Pueblo Mexicano y el Movimiento de Acción Popular.
Inclusive “para fundar el Partido de la Revolución Democrática se optó por utilizar el registro oficial que el Partido Comunista Mexicano había logrado desde 1979 (que ya había servido para la fundación formal del Partido Socialista Unificado de México y del Partido Mexicano Socialista), con lo que le quitamos al Gobierno de Salinas de Gortari la oportunidad de que negara su registro al PRD, que se fundó el 5 de mayo de 1989”, dijo el perredista jalisciense Mario Saucedo Pérez, en entrevista publicada por Mural el 13 de agosto del 2012.
Saucedo Pérez fue líder de la corriente conocida como Los Cívicos y fundador del PRD en 1989. Fue también el primer candidato de ese partido a la gubernatura de Jalisco en 1995 y senador de la República en 1997.
Jalisco 1979
En los comicios locales del domingo 2 de diciembre de 1979 lo más notable fue que el Partido Comunista Mexicano colocó en el Congreso de Jalisco a Claudio Palacios Rivera, como diputado plurinominal para el periodo 1980-1983.
El entonces vocero oficial del PCM en Jalisco, José de Jesús Ramírez, denunció en el periódico El Informador del lunes 3 de diciembre de 1979, una gran cantidad de irregularidades en los 22 municipios donde su partido postuló candidatos a alcaldes y en los 20 distritos electorales de Jalisco donde tuvo aspirantes a diputados locales.
Tres años después, en los comicios federales del domingo 6 julio de 1982 fue electo diputado plurinominal al Congreso de la Unión, postulado por el PSUM, para el periodo 1982-1985, el líder histórico del PCM en la entidad, el jalisciense Samuel Meléndrez Luévano.
Meses después, en las elecciones locales del 5 de diciembre de 1982, la izquierda, representada por el PSUM logró la que porcentualmente ha sido su segunda votación histórica más alta en la entidad: el 10.53 por ciento de los sufragios emitidos en Jalisco.
En esos mismos comicios, el PSUM colocó al primer regidor de izquierda en el ayuntamiento de Guadalajara, el expresidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) en el periodo 1979-1981 y líder del Frente Democrático de Lucha Popular, Horacio García Pérez. Inclusive, el porcentaje de votos obtenido por Horacio, del 17.65 por ciento, es el más elevado que ha logrado aspirante alguno de izquierda a la alcaldía tapatía en las últimas cuatro décadas.
También llegaron al Congreso de Jalisco, como diputados plurinominales por el PSUM, Beatriz Híjar Medina (la primera mujer de izquierda en la legislatura local) y José Dolores Mártir Velázquez.
Sin embargo, la votación históricamente más alta lograda por la izquierda en todo Jalisco habría que acreditársela al PRD en 1997, cuando sumó el 15.39 por ciento de los sufragios estatales.
En esos mismos comicios el candidato del PRD a la Alcaldía de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, expresidente de la FEG 1986-1989 y después vicerrector ejecutivo de la Universidad de Guadalajara (2003-2007) y rector general (2013-2018), sumó el segundo porcentaje históricamente más alto para un candidato de izquierda en la capital tapatía: 15.57 por ciento de los sufragios.
Habría que considerar que en los comicios locales de diciembre de 1982 el PSUM sólo postuló candidatos en 36 municipios de Jalisco, apenas el 29 por ciento de los ayuntamientos de la entidad, mientras que en 1997 el PRD sí contendió por el total de los 124 gobiernos municipales del estado.
La caída
En los siete comicios siguientes, ya bajo control absoluto del grupo UdeG y de su cacique Raúl Padilla López -quien impone a los presidentes perredistas en Jalisco desde hace 20 años-, el PRD no alcanzó el 10 por ciento de la votación para diputados locales en el estado: logró el 5.30 por ciento en el 2000; obtuvo el 7.23 por ciento en el 2003; sumó el 7.83 por ciento en 2006; consiguió el 6.75 por ciento en el 2009; obtuvo 3.40 por ciento en el 2012; sumó 4.62 por ciento en el 2015 y en el 2018 apenas llegó al 1.66 por ciento de los sufragios.
En los comicios del domingo 5 de julio del 2009, Enrique Alfaro Ramírez (actual gobernador de Jalisco por Movimiento Ciudadano) se convirtió en el primer candidato de izquierda, postulado por la alianza PRD-Partido del Trabajo (PT), en ganar una presidencia municipal en la zona metropolitana, al triunfar en Tlajomulco de Zúñiga.
En las cinco contiendas por la gubernatura de Jalisco más recientes el PRD tampoco tuvo mejor suerte; en 1995 su candidato Mario Saucedo Pérez obtuvo el 3.99 por ciento de la votación en Jalisco; en el año 2000, Raúl Vargas López alcanzó el 5.30 por ciento de los sufragios; en el 2006 Enrique Ibarra Pedroza llegó al 7.83 por ciento; en 2012 el perredista (exalcalde panista de Guadalajara 2001-2003) Fernando Garza Martínez sumó 3.40 por ciento de los sufragios y en 2018 Carlos Manuel Orozco Santillán alcanzó el 1.05 por ciento de los votos.
Sí, la verdadera izquierda de Jalisco no conoce el paraíso. Sin embargo, quienes han medrado en su nombre, siempre tendrán una nómina abrigadora que les rescate de las penurias y de las falsas y estorbosas nostalgias. Con nómina segura, las penas y las derrotas siempre son menos amargas, aunque naufraguen las convicciones.