Debate Abierto
Criterios
El domingo 1 de diciembre, en el marco de la celebración del primer año de gobierno de López Obrador, dirigentes de los partidos políticos del PAN, Futuro 21, exPRD, expresidentes como Vicente Fox y Felipe Calderón, y organizaciones civiles, marcharon de la Glorieta de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México. Según los reportes de los medios de comunicación marcharon alrededor de diez mil personas. Las características de los manifestantes se veía diferenciada, contingentes de personas de clase alta se separaban de los contingentes del PRD en el que lucían personas de escasos recursos: juntos pero no revueltos. Llamó mucho la atención fotografías en que se mostraba cómo, al parecer, trabajadoras domésticas cargaban las pancartas de sus patrones.
La principal característica de esta marcha es su mezcla variopinta de personas: clase media alta, empresarios, dirigente de partidos, aquellas que hace apenas unos años criticaban duramente las marchas en contra de las políticas del PRI y del PAN y que llamaban “mugrosos”, “indios” y otros calificativos ofensivos a los manifestantes. Otra característica son sus demandas, fiel reflejo de la diversidad de personas que se manifiestan. Algunas de las leyendas que se vieron en las pancartas y lonas muestran que la oposición al gobierno de López Obrador no ha logrado articular un conjunto de demandas que le dé cohesión a su protesta. Una muestra es la siguiente lista:
- “López dictador, el país no es tuyo, México es de todos o no es de nadie”
- “La ley del hombre no debe ir contra la ley de Dios”
- “México, no al comunismo”
- “Nos engañó, la gasolina no bajó”
- “Democracia y federalismo, no autoritarismo”
- “Viva Cristo Rey”
- “Revocación tramposa = relección”
Este conjunto de leyendas muestran que están enojados con el gobierno de Morena, pero no saben bien porqué, cuál es el origen de su enojo. Muestran igualmente su desorientación y confusión con un conjunto de conceptos, tales como, comunismo, dictador, vivas a Cristo Rey. Tal parece que no alcanzan a comprender el momento que vive México, ni su historia. Con ese nivel de confusión es difícil que logren escalar sus demandas y sean escuchados por el gobierno actual, porque ¿cuáles son sus demandas?
Una tercera característica de los manifestantes del 1 de diciembre es su beligerancia, su nivel de enojo en contra de López Obrador. Sus declaraciones se escuchan rabiosas, exaltadas e insultantes. López Obrador ha sacado la peor faceta de muchas personas que se manifestaron este domingo. No es una buena mezcla ese nivel de irritación y de consignas disparatadas, sin sentido. La marcha de la oposición está llena de afirmaciones sin sustento: AMLO es un dictador, AMLO nos lleva al comunismo, AMLO busca relegirse ¿Sabrán que México vive bajo el sistema capitalista desde hace siglos? ¿Sabrán que el gobierno de AMLO dura sólo seis años y no tiene la menor intención de reelegirse?
Es necesario decirlo: por el momento el gobierno de López Obrador no tiene oposición, al menos una que logre distraerlo de sus actividades diarias. El PAN, PRD y los expresidentes tienen mucho trabajo en organizar mejor sus protestas, principalmente en construir una narrativa que logre aglutinar sus demandas y que logre concitar la simpatía de muchas más personas. Su principal problema para lograr ese objetivo es que sus demandas más importantes chocan con la historia reciente, porque son los autores de mucho de lo que critican; por ello se escuchan contradictorios.
Es tarea de todos, incluido el presidente, bajar ese nivel de tensión que existe en una parte de la población, despresurizar ese nivel de irritación que se percibió ayer en los manifestantes. Mucho se ha hablado en las últimas semanas que el presidente no ha tenido reunión con los presidentes de los partidos de oposición; en sexenios anteriores esa fue una práctica común, lamentablemente no para bien de los mexicanos, ya que la mayoría de las veces no se sabía el contenido del encuentro ni de sus acuerdos. En esta ocasión es posible editar un nuevo formato, donde López Obrador se reúna con los líderes de la oposición pero donde se transparente todo lo que ahí se diga y sus acuerdos, si los hubiese. Esperemos que ese encuentro ocurra pronto.