La partitura de Partidero

Elemental

Criterios

 

A sus colaboradores

Hace un año se consolidó una idea que venía construyéndose colectivamente desde el mes de agosto de 2017, con el cierre de Proceso Jalisco. Un proyecto que sus personajes y las circunstancias le dieron una personalidad con relieve histórico, alto contenido profesional e imaginación creativa, que lo llevó a lo que ahora vemos con optimismo interpreta los pensamientos  y anhelos de una sociedad vejada por los intereses depredadores y el egoísmo de quienes tienen la obligación de resolver y solamente la aprovechan para enriquecerse .

Desde el nombre fue un intento de desagravio y de rebeldía de quienes lo integraron, porque Partidero fue la columna de quien condujo Proceso Jalisco y que fue víctima de la actitud prepotente y grosera de los sucesores de Julio Scherer, quienes desde su pequeña estatura vieron la oportunidad de menospreciar al personaje que tuvo el afecto y el reconocimiento de la figura histórica del periodismo nacional. Se rescató el nombre del Portal de la actitud autocrática y el abuso centralista de quienes dictaban las políticas de la revista. Así nació Partidero, nombre del desagravio y al que las mujeres del proyecto seleccionaron, no sin picardía, como fecha de arranque el 10 de mayo, día de las madres, aludiendo deliberadamente al propósito de la publicación, con la alusión de su nombre y su objetivo.

Hoy que hacemos cuentas y evaluamos resultados, encontramos a Partidero como una publicación sobria sin ser solemne, con trabajos de alto contenido crítico, investigaciones objetivas y la aceptación social que llena de orgullo a sus creadores. Que por lo demás aceptan sin recelos que el proyecto sigue en construcción. Destaca además la obstinación de construir un proyecto en el que predomine la persona antes que la inversión financiera. Que se impongan el valor profesional, la creatividad y la imaginación, que en fin marquen la ruta los intangibles sobre los valores mercantiles, todo ello parte y característica del Portal Noticioso.

Sin que hubiera un procedimiento establecido de antemano, se fue construyendo con decisiones sobre la marcha, a la vez que se agregaron apoyos y colaboraciones valiosas, que ahora son pilares de la publicación. Aparece de esa manera un interesante equilibrio de colaboraciones de columnistas destacados y de reportajes e investigaciones de periodistas de reconocida experiencia y valía, que han pasado por las redacciones de todo tipo de medios de comunicación, conocedores la mayoría por vivencia propia, de la historia reciente y consecuentemente de las heridas que lastiman a la sociedad.

Ahí encontramos a su director que con batuta en mano marca los tiempos a sus voces e instrumentos, que va de la complacencia de su música a la angustia neurótica por encontrar la nota  y su entonación precisa, la interpretación, la intensidad, la fuerza y la delicadeza necesaria. Ahí vemos de nuevo a Felipe Cobián demostrando lo que Partidero debe ser, el medio por el que una sociedad debe conocer los hechos, aun en su crudeza, al tiempo que exhibe los abusos de funcionarios y gobiernos

En la ejecución musical encontramos que el ritmo lo marcan los bajos que interpretan Pedro Mellado, Qucho, Juan Manuel Negrete y Eduardo González, en tanto la armonía la llevan con voz suave y entonación enérgica que rasga la piel infectada como afilado bisturí Gloria Reza, Josefina del Real y Esperanza Romero. La melodía la escribe la sociedad y en octavas para que la escuchen los sordos. El tono de reposo, como dirían los teóricos musicales, es mesurado pero enérgico en busca de la expresión sublime del arte, sin alejarse de la realidad.

Partidero es y debe considerarse como una intento de obra de arte, construido sobre el pentagrama por un grupo de profesionales jaliscienses, que intentan con mucho empeño demostrar que no existe distancia entre decir la verdad y hacer una obra de arte, una obra de la que no les preocupa su valuación financiera y que se produce con intangibles, con solidaridad, responsabilidad social y afán de construir una sociedad mejor.  Ellos interpretan constantemente la melodía popular y escriben sobre las angustias, la desesperación y la frustración de una sociedad, que no escuchan  los oídos sordos de quienes se perdieron en su mediocridad y ambición. Por otra parte no es una obra acabada, está y estará en permanente construcción, que a pesar de ser una melodía intensa y arrebatadora a la que los músicos dan vida y recrean, le agregan al mismo tiempo nuevos compases.

Al interpretar la melodía con su ritmo acompasado e intenso, los artistas se empeñan por encontrar nuevas expresiones, tonalidades y colores, a la vez que la marcan con su enérgica voz, para callar las  expresiones amenazantes de los depredadores, que distorsionan la armoniosa vida de la comunidad. Queda en el papel marcado el tono en el que destaca la frustración y la rabia que genera el bacanal de corrupción y violencia, de una generación de dirigentes sin conciencia, sin responsabilidad por la sociedad y sus propias familias.

De esa manera, los protagonistas de Partidero inician su segundo año, con alegría y optimismo se aprontan a construir la voz que continuará interpretando con emoción y fidelidad los afanes de una sociedad agraviada.

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