Guadalajara, Jalisco.- Jovanna, médico otorrinolaringóloga, fue agredida con agua clorada mientras paseaba a su mascota, sobre avenida Inglaterra, en Zapopan, con lo que continúan las agresiones a personal del sector salud. Esto cerca de su consultorio privado.
“Me roció la cara de lado izquierdo, el ojo, parte la oreja, el cuero cabelludo, el cuello, parte del hombro y poquito más hacia la espalda y a mi perrita también le roció lo que le quemó la piel. Entre que mi perro estaba histérico y trataba de sujetarlo para que no se me fuera y entre que me ardía el ojo, no alcance a ver bien a quién me agredió”, narró la afectada a El Informador.
Después de la agresión, explicó, se trasladó a su domicilio.
Las lesiones que le diagnosticaron son queratoconjuntivitis química y una ligera dermatitis por contacto, situación que le significó un gastó de 800 pesos en atención y medicamento. Posteriormente interpuso una denuncia ante la Fiscalía del Estado de Jalisco.
En días pasados también se registró una agresión similar, cuando varios jóvenes aventaron una cubeta con agua y cloro a una enfermera del Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías, en el mismo municipio.
Dicho ataque fue confirmado por la vocería del ISSSTE, y a pesar de que se dice que el caso fue denunciado ante la Comisión Interinstitucional de Enfermeras del Estado de Jalisco (CIEJ), la presidenta de la Comisión, Edith Mujica, negó tener reporte del hecho.
Ambos casos se suman a otros seis de enfermeras agredidas y discriminadas.
Eduardo Sosa Márquez, primer visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) dijo que “el personal tiene el derecho de decidir portar su uniforme desde su casa y el uniforme bajo ninguna causa justifica a agresión”.
Conapred reporta tres denuncias por Coivd-19
En tanto, la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) informó que desde el 19 de marzo y el 10 de abril ha recibido tres denuncias por temas relacionados al nuevo coronavirus en Jalisco.
La primera es de una mujer cuyo lugar de trabajo se niega a cerrar, con lo que la obligan a seguir trabajando.
La segunda de una mujer embarazada con alto riesgo de salud si contrae el virus, a quien le descansaron pagándole la mitad de su salario, y que si quiere que la paguen completo tendría que llevarse trabajo a casa, el cual incluye cargar cosas pesadas. También utilizan el mismo cubre bocas por 12 horas.
La tercera es un hombre de la tercera edad con diabetes quien es forzado a seguir trabajando a pesar de pertenecer a la población más vulnerable.