Viernes 8 de marzo de 2024.- La alerta por violencia de género en Jalisco “sí sirve”, pero se rompe en los municipios y en las fiscalías, manifestó Erika Loyo Beristáin, jefa de la Unidad para la Igualdad de la Universidad de Guadalajara.
Es en los municipios en donde se debe tejer la cohesión social. “¿En dónde están los alcaldes y alcaldesas cuando los feminicidios ocurren sobre su territorio?”.
“Creo que tendríamos que idear el siguiente paso después de las alertas, tienen que aterrizar sobre la cohesión social que en este momento está trastocada”.
La alerta de género es un mecanismo en el que se deben coordinar los esfuerzos de manera conjunta entre todas las dependencias para garantizar las condiciones de seguridad.
“Las alertas dependen de una cosa que es clave y que es la voluntad política de quien gobierna la entidad, no deberíamos depender de eso nadie, las instancias deberíamos estar coordinadas más allá de la voluntad política de quien nos gobierne”.
Aseguró que Jalisco tiene uno de los mejores mecanismos de búsqueda de mujeres desaparecidas, “pero, en la operatividad todo disminuye”.
Loyo Beristáin, dijo que hay una voluntad política estatal a través de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, “pero la voluntad política también tendría que estar en las fiscalías, en las alcaldías, presidentes y presidentas municipales”.
Jalisco el primero
Ante el incremento de todas las formas de violencia en contra de las mujeres; activistas, académicas y feministas exigían al ex gobernador panitas, Emilio González Márquez, que emitiera la alerta de género, eso no ocurrió.
Por iniciativa propia, el ex gobernador priista, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, activó en febrero de 2016 la alerta de violencia contra las mujeres en los municipios de Ameca, El Salto, Guadalajara, Puerto Vallarta, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá y Zapopan, pues tras un diagnóstico se demostró que eran los lugares con mayor violencia. En ese entonces, se dijo que se invertirían más de 25 millones de pesos.
De esta manera, Jalisco fue el primer estado en emitir una alerta de violencia contra las mujeres, sin embargo, el problema no para.