Las empresas de Enrique Alfaro

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Debate Abierto

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Desde que fue presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga (2009-2012) ha existido un vínculo muy estrecho entre Enrique Alfaro Ramírez, actual gobernador de Jalisco, y las empresas privadas dedicadas a la estrategia, diseño y difusión de  pautas de comunicación ligadas a Rafael Valenzuela Cardona: Eu Zen, La Covacha e Indatcom.

Este personaje, sin necesidad de que funja como servidor público, ha estado cada vez más inmiscuido en el diseño de las principales políticas públicas de los gobiernos municipales que ha encabezado Alfaro, desde los gobiernos municipales hasta ahora en el gobierno del estado.

Las direcciones de Comunicación en los ámbitos de gobierno, prácticamente han sido empleadas de Valenzuela, la estrategia de comunicación, que ahora por cierto se ve errática, no se ha diseñado dentro de las paredes de los ayuntamientos o de palacio de gobierno, sino desde las empresas privadas vinculadas con el empresario.

Desde hace años esta alianza estratégica ha rendido muy buenos frutos para todo ese grupo; por ejemplo a casi un año en el gobierno de Guadalajara 8noviermbre de 2016),  Alfaro ya había adjudicado de forma directa, más de seis millones de pesos a las tres empresas;

No sólo en el gobierno de Guadalajara; es conocido que Alfaro ha presionado a otros gobiernos municipales, igualmente emanados del partido Movimiento Ciudadano para que igualmente contraten la comunicación con las mismas empresas. En el período 2015-2018, los gobiernos de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco otorgaron más de 93 millones de pesos a estas empresas.

Mientras que durante la campaña para alcanzar la gubernatura de Jalisco, Alfaro fue el que más gastó en propaganda, con 4.4 millones de pesos. Otra vez, las tres empresas consentidas son las que se llevaron la mayoría de los contratos de publicidad.

El en presupuesto en este año 2019, el ramo 3600 destinados a “Servicios de Comunicación Social y Publicidad” es de 240 millones 404 mil pesos. De acuerdo con la información publicada en redes sociales por el estudiante mexicano que realiza un posgrado en la Universidad de Sussex, Álvaro Quintero, este año el gobierno de Jalisco ha gastado en comunicación y publicidad oficial 223 millones 795 mil pesos, lo que significa el 93.1% del presupuesto.

En este tenor, el pago a las tres empresas favoritas ha sido de 73 millones 51 mil pesos. El resto del presupuesto de este año, más de 150 millones de pesos, se han entregado a empresas de radio,  periódicos y revistas, sin criterios claros de asignación, tal como se hizo durante los gobiernos del PRI y del PAN.

Alfaro ha usado a las tres empresas para crear y apuntalar la imagen de que es un político diferente, que da la cara, inteligente y audaz para enfrentar los problemas que otros políticos no, y sobre todo un político que impulsa la participación ciudadana. Todas estas virtudes se han ido construyendo a fuerza de golpes publicitarios que se magnifican a nivel estatal y nacional. Todo eso cuesta dinero, mucho dinero, y Alfaro ha usado recursos públicos para proyectar esa imagen, lo cual lo llevó a ganar la gubernatura de Jalisco.

Por tanto, la relación del gobernador de Jalisco y sus empresas favoritas se ha fundado en una alianza estratégica en donde todos ellos ganan: Alfaro gana elecciones, y las empresas ganan millones de pesos en contratos; la comunicación e información de los programas de gobierno son el pretexto legal que aceita el convenio. Para decirlo en pocas palabras, Alfaro no está pagando a las tres empresas sus servicios de comunicación social, está pagando los servicios por haberlo llevado en tres ocasiones a ocupar un puesto ejecutivo: dos como presidente municipal y otro como gobernador del estado.

Sin embargo, esta alianza fue exitosa hasta el momento que en que Alfaro ganó la gubernatura. Desde diciembre, la figura y popularidad del gobernador se ha desgastado muy rápidamente. Contrario a lo sucedido en años pasados, ahora la estrategia de comunicación se percibe errática, sin rumbo, sin objetivos claros, y sobre todo contradictoria. Ahora persiste la duda de si tal vez existe un desencuentro con las empresas que tutela Rafael Valenzuela, dado los  magros resultados que está cosechando Alfaro, o tal vez existe un rompimiento que no se ha hecho público y ahora la estrategia de comunicación navega sin mando alguno.

Finalmente, a casi un año de gobierno, el gobernador de Jalisco debe revisar de forma autocrítica su desempeño de gobierno; las diversas encuestas de opinión publicadas hasta ahora muestran una caída constante en sus niveles de popularidad. Una de esas evaluaciones debe incluir a las tres empresas de comunicación, ya que los más de 73 millones de pesos que les ha transferido este año no están logrando “levantar” la imagen del gobernador, al contrario lo están hundiendo en el rechazo social; ello por supuesto que pone en duda el proyecto alfarista para retener posiciones políticas (presidencias municipales y diputados) en la elección intermedia de 202.

Mientras Enrique Alfaro pierde popularidad, las empresas ganan más y más dinero.

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