Las personas migrantes centroamericanas: el eslabón más débil

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Las imágenes que muestran el operativo de los miembros de la Guardia Nacional (GN) y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) deteniendo, agrediendo y persiguiendo a unas dos mil personas migrantes provenientes de Centroamérica para frenar su intento de entrar a México a través de Chiapas y alcanzar nuestra frontera norte para ingresar a Estados Unidos, enseñan que la mayoría de esas personas fueran detenidas, otras se entregaron voluntariamente a las autoridades mexicanas, y unas más retornaron a Guatemala. Todo ello, tras haber rechazado el ofrecimiento de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y del INM de registrarse para que sus casos fueran analizados, y poderles ofrecer asilo o trabajo. Desde luego, el rechazo de los migrantes no justifique la acción de la GN.

Lo visto esta semana en la frontera sur nos llaman a pensar en quiénes son los que ganan y quiénes cargan con los costos de esa ganancia.

En principio, gana el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En un año electoral todo aquello que abone a rellenar las urnas de sufragios republicanos será bienvenido por el inquilino de la Casa Blanca. La GN deteniendo a los migrantes es el cumplimiento de la promesa más importante en temas migratorios en la campaña anterior: continuar construyendo el muro y que lo paguen los mexicanos. Más claro, imposible. Así lo reconoce el director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, Ken Cucinelli, quien en su cuenta de Twitter escribió: “Apreciamos que México haya hecho más de lo que hicieron el año pasado para interceptar a las caravanas que intentan moverse ilegalmente (sic) hacia el norte, hacia nuestra frontera sur”.

También gana, aunque en menor medida, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por un lado, contiene la posible metralla electoral de Trump y nuevas amenazas económicas y comerciales en tanto no permita el paso de los migrantes por México. De esa manera logra, por el momento, reducir los reflectores hacia México en el tinglado electoral estadunidense. Además de mantener su ofrecimiento de estancia en nuestro país para quienes así lo quieran. Esta situación se podrá sobrellevar mientras no se presente una crisis mayor en la frontera sur.

Gana un amplio segmento de la sociedad que, en el fondo, y no tan en el fondo, prefieren que no se le permita el paso a los migrantes, y con ello apaciguan su miedo a nuevas amenazas, cumplidas o no, por parte de Donald Trump. Es cierto que hay rechazo a las formas violentas en las cuales se está negando el paso a los migrantes, pero entre eso y el libre tránsito por nuestro país o su estancia en estas tierras, un amplio sector de la población apoya los operativos de la GN. Eso la sabe el gobierno de la 4T, por ello, no recula en su estrategia violenta para detener a los migrantes.

Las ganancias anteriormente mencionadas las cargan las personas migrantes centroamericanas. Son ellas, y nadie más, quienes se vuelven el eslabón más débil en la cadena migratoria Centroamérica-México-Estados Unidos. Según el INM, del martes 21 al jueves23 de enero fueron repatriadas 867 personas de la caravana, 800 fueron llevadas a estaciones migratorias y 200 huyeron del operativo federal, estas cifras representan dos terceras partes de la caravana.A su vez, la Comar advirtió que los extranjeros que se encuentren en Chiapas y soliciten asilo deben permanecer en esa entidad, pues la documentación entregada por la Comar no constituye un permiso de tránsito por territorio mexicano, (La Jornada, 24 de enero de 2020), a diferencia de lo sucedido durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, lo cual permitía que los migrantes se movieran con “libertad” por la Republica.

Luego entonces, en la realidad migratoria del estado de Chiapas, está muy claro quiénes son los ganadores, con diversos niveles, y quiénes son los perdedores.

@contodoytriques