Lecturas del encuentro AMLO-Trump

AMLO-Partidero-López Obrador-visita-estados unidos-el rincón de clío-Eduardo González

Al fin se dio el primer viaje al extranjero del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el destino no podía ser otro: Estados Unidos.

Desde el anuncio del encuentro los dimes y diretes, y los pronósticos de final reservado inundaron las páginas de la prensa, los espacios de radio y televisión, así como las redes sociales. Las posturas sobre lo visita a la Casa Blanca se decantaron en dos sentidos: quienes apoyan a la 4T, aplaudían la visita; y quienes no están de acuerdo con el gobierno lopezobradorista, la rechazaban. Hagamos algunas lecturas de la reunión.

  1. En lo concerniente a la política, los dos mandatarios lograron sortear un momento que parecía complicado e incómodo por lo dicho con anterioridad en discursos pronunciados por Donald Trump, y en el libro Oye, Trump de López Obrador. Ambos presidentes tocaron temas importantes en sus piezas oratorias estableciendo con claridad sus sentires sobre los asuntos de la agenda común.
  2. En cuanto al posible uso electoral de la vista de AMLO por parte de Trump, me parece que muy poco podrá aportar a las urnas republicanas la presencia del tabasqueño. Si pensamos en el voto de mexicanos o latinos en general que pueden sufragar, la mayoría de las voces estuvieron en contra de la visita, por lo tanto, no lo agradecerán con votos, sino todo lo contrario. En todo caso, los que si sacaron el tema electoral fueron los demócratas en voz de su virtual candidato, Joe Biden y del presidente del partido, Tom Pérez.
  3. El guion establecido y tejido finamente por ambas delegaciones (papel relevante el jugado por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard) no se desbordó. La económica y el comercio en el contexto de la puesta en marcha del T-MEC fue la pieza angular en esa arena; incluso durante la cena ofrecida por el gobierno de Trump donde participaron altos funcionarios del gobierno estadunidense y mexicano, con la presencia de importantes empresarios nacionales, fue el remate para dejar en claro que el eje de la visita tenía que ver con las relaciones comerciales.
  4. Por supuesto, el intercambio de elogios no podía faltar. Por un lado, López Obrador agradeció a Trump su apoyo en las negociaciones con los países miembros de la OPEP, la venta de unos 600 ventiladores para enfrentar la crisis sanitaria de covid-19 y la firma del nuevo tratado comercial. Por su parte Trump, no escatimó en reconocer el apabullante triunfo electoral de Andrés Manuel, y mencionar en la cena frente a los empresarios mexicanos, que López Obrador es el mejor presidente que ha tenido nuestro país. Los elogios y agradecimientos no fueron menores.
  5. Desde luego, no tenemos certeza de que las ausencias públicas de la reunión no hayan sido abordadas en lo privado y, por otro lado, algunos silencios que parecieron presentarse, al detenernos a leer pausadamente nos damos cuenta que no fueron tales, lo que sucedió es que las menciones fueron diplomática y políticamente cuidadas. Me refiero sobre todo al tema migratorio al que sí hizo referencia el presidente de México con firmeza y claridad, pero sin aspavientos. Comenzó por recordar el trabajo realizado por los braceros, para concluir diciendo que los mexicanos avecindados en la Unión Americana son gente buena, trabajadora que fue a ganarse la vida de manera honrada y que aportan al desarrollo de Estados Unidos. En tanto Trump, contrario a sus decires anteriores, reconoció que la comunidad mexicoestadunidense son sumamente exitosos, negociantes firmes y grandes personas.
  6. A querer o no, fue una buena visita. Un viaje lleno de simbolismos y menciones históricas. Se entendieron si “prepotencias ni extremismos”. Ahora solo resta leer la letra chiquita. Al tiempo.